A una semana del cierre de alianzas en PBA, el PJ sortea la interna y se resigna a un acuerdo por necesidad
- 1 Días, 2 Horas, 28 Minutos
- Infobae.com
- Internacional
A una semana del cierre de alianzas en PBA, el PJ sortea la interna y se resigna a un acuerdo por necesidad

En el MDF sobrevuela todo el tiempo la posibilidad de que las negociaciones no lleguen a buen puerto. Conflictos latentes en algunos municipios. La tregua pende de un hilo
En una semana vencerá el plazo para presentar alianzas en la provincia de Buenos Aires.Es la primera fecha trascendente para las negociaciones y discusiones sobre el proceso electoral bonaerense. El mapa político empezará a quedar un poco más claro y en los diez días siguientes el foco estará puesto exclusivamente en la definición de las listas.
A esta altura del calendario el peronismo tiene más preguntas que respuestas. El cristinismo, el massismo y el kicillofismo, sumado a Guillermo Moreno y Juan Grabois, en representación de sus espacios, están forzando un acuerdo deunidad por conveniencia.
Detrás de las negociaciones que se retomaron la semana pasada, y que tuvieron una instancia clave el último domingo en La Plata, con la reunión deKicillof, Massa y Máximo Kirchner,hay diferencias sustanciales.“Está todo roto abajo. No hay unidad y no hay renovación”,planteó un funcionario bonaerense, desahuciado antes tantas peleas internas.
El fin de semana, en un plenario, el jefe de Gabinete bonaerense,Carlos “Carli” Bianco, describiótres escenarios posiblespara el tramo final de las negociaciones: listas de unidad, listas conjuntas o ruptura. La diferencia entre la primera y la segunda es el alineamiento detrás del rol deAxel Kicillofcomo gobernador y líder del Movimiento Derecho al Futuro (MDF). Tal como está la situación por estas horas, el acercamiento servirá para lograrlistas conjuntas. Pura conveniencia. La unidad real y consistente se parece más a una utopía.

“A esta altura el objetivo de máxima es lograr una lista conjunta. La unidad es un montón”, analizó, entre la ironía y la aceptación, un importante funcionario del gobierno de Kicillof. No están dadas las condiciones para que se reconstruya un proyecto político. La unidad está tirada de los pelos. No hay convicción, solo hay necesidad.
En elMDFsiguen viendo que no hay una aceptación real del lugar que tiene el Gobernador en el nuevo mapa político y queLa Cámporano acepta que Kicillof es el sucesor natural deCristina Kirchner. Son los resquemores que sobreviven en el subsuelo del peronismo bonaerense. La negociación de unidad es entre sectores que se desconfían, no que quieren construir un proyecto sólido para vencer al gobierno de Javier Milei. Los une la convicción de que separados todo será peor. Pero cada uno tiene condiciones que consideran que deben ser aceptadas por el otro.
Hay varias complicaciones que aparecen en el diálogo político que se logró establecer es el armado de listas en los municipios. En algunas localidades haydisputas territorialesentre dos sectores del peronismo, lo que genera más tensión y presión sobre los armados locales. Quién ordena y cómo ordena. De eso se trata.
El ejemplo más trascendente de esa conflictividad territorial es el deMorón, donde el intendenteLucas Ghiestá enfrentado con su antecesorMartín Sabbatella. El primero con los pies en el MDF y el segundo en el cristinismo. La rivalidad es profunda y feroz. Pero si hay acuerdo para que haya listas conjuntas, ambos tendrán que lograr un consenso para determinar cómo se conforma la lista oficial que esté pegada a la de la primera sección electoral. Es una alquimia que hoy ninguno imagina.

“Donde hay un intendente, define el intendente. En eso parece que hay consenso”, aseguró un importante dirigente del MDF. Esa lógica de definición podría ser la que se termine aplicando para evitar que aumenten los conflictos.“Sería lo más lógico, pero es lo que se está negociando. Hay que ver cómo se hacen los acuerdos”, indicaron en el camporismo.
En el massismo, en tanto, advierten que el acuerdo que se está trabajando es para que definan los intendentes, teniendo en cuenta a los otros sectores. Ese fino equilibrio necesita de absoluto pragmatismo y de una instancia donde alguno de los rivales en disputa debe ceder. Todo está en discusión. Todo está por verse. Pero parece ser poco probable que se den algunos de esos acuerdos.
Será difícil para el peronismo armar en varias ciudades donde hay tensiones internas.Avellaneda, Quilmes, Lanús y La Matanzason algunos ejemplos donde hay múltiples fricciones entre los dirigentes que están alineados a Kicillof y los que están enrolados en el cristinismo. Será una parada difícil. Lo aceptan en todas las tribus. Imposible, no hay nada.
Una forma posible de solucionar esas diferencias es que Kicillof derogue el decreto que instauró la ex gobernadora María Eugenia Vidal y que permita nuevamente que se puedan usar listas colectoras en los municipios. Así le daría la posibilidad a los jefes comunales de acoplar listas cortas, de partidos vecinales, a la lista seccional. En la gobernación aseguran que“hoy no hay posibilidad de colectora“, por lo que no parece ser una salida posible.

Otro de los puntos de conflicto latente esla posibilidad de que el MDF presente un frente electoral propiodentro de una semana. ¿Para qué? Como una forma de resguardo para competir ante una eventual fractura de último momento. En el espacio de Kicillof aseguran que“lo más probable”es que el frente se presente. En el cristinismo aseguran, de antemano, que esa no sería una buena señal para seguir negociando.
Las negociaciones de unidad del peronismo están atadas con alambre. Aún así la cúpula dirigencial intenta seguir adelante, paso a paso, y tratando de esquivar los cortocircuitos sistemáticos que están todos los días atormentando la convivencia interna de la fuerza política.
0 Comentarios