Quien haya jugado a ‘Grand Theft Auto: Vice City’ probablemente recuerde bien que no era un juego precisamente ligero para su época. Se publicó en 2002 en PlayStation 2 y más tarde llegó a Xbox y PC en 2003. En aquellos años, instalarlo y hacerlo funcionar formaba parte del ritual con requisitos que no todo el mundo podía cumplir. Por eso llama la atención que, más de dos décadas después, ese mismo título aparezca ejecutándose directamente en un navegador, sin instalaciones ni discos. La pregunta es inevitable: por qué ahora y con qué implicaciones.
La respuesta ha llegado en forma de un requerimiento de cese y desistimiento dirigido a DOS Zone. El aviso, que la propia plataforma ha hecho público, sostiene que la web está “alojando y promoviendo un proyecto basado en navegador”. El documento exige retirar el juego y cualquier funcionalidad asociada, y advierte de que, si no se cumple, la compañía se reserva el derecho a emprender acciones legales adicionales.
Un requerimiento de cese y desistimiento no es todavía una demanda, pero sí un aviso con consecuencias claras. Su objetivo es forzar la retirada de un contenido que el titular de los derechos considera infractor, dejando constancia formal de la reclamación. A partir de ese momento, la plataforma señalada suele enfrentarse a una decisión clara: cumplir o asumir el riesgo de que el conflicto escale. En el propio escrito se anticipan posibles pasos posteriores, como comunicaciones al proveedor de alojamiento o la vía judicial si la petición no se atiende.
En este caso, el aviso no se ha gestionado mediante una comunicación directa entre editor y plataforma, sino a través de EBRAND, especializada en vigilancia digital y retiradas de contenido. Este modelo es habitual en catálogos de gran tamaño, donde la detección y gestión de posibles infracciones se externaliza a equipos dedicados. EBRAND actúa como intermediario técnico y legal, encargándose de documentar el caso y de trasladar las exigencias del titular de los derechos, sin entrar a valorar públicamente el contexto del proyecto afectado.
DOS Zone, por su parte, se presenta como un proyecto impulsado por entusiastas del videojuego con un objetivo declarado de preservación y accesibilidad. En sus propios textos, el equipo subraya que no obtiene beneficios económicos, no muestra publicidad y no monetiza el acceso a los juegos que aloja. También afirma rechazar cualquier forma de distribución ilegal y asegura operar dentro de los marcos legales que considera aplicables. Como parte de ese posicionamiento, la plataforma sostiene que está dispuesta a retirar contenidos de forma inmediata ante una solicitud oficial y a cooperar con los titulares de derechos.
Captura de pantalla de DOS Zone
La versión de Vice City accesible desde el navegador permitía iniciar partidas con guardado local y ofrecía, de forma opcional, guardado en la nube a través de la plataforma js-dos para continuar la sesión en distintos dispositivos. El acceso estaba limitado en forma de demo, con el progreso bloqueado tras el primer punto de la historia en el Ocean View Hotel. Para avanzar más allá, el sistema exigía al usuario subir un archivo original del juego, que era verificado para comprobar que coincidía con los activos comerciales.
La reclamación parte de Take-Two y se enmarca en un debate más amplio sobre acceso y preservación, donde a menudo se invoca el concepto de “abandonware”. Sin embargo, ese término no tiene validez jurídica: que una obra deje de venderse o cambie de formato no extingue sus derechos de autor. En el caso de ‘Vice City’, la vigencia del copyright en EEUU se extiende hasta 2097, con independencia del canal por el que se intente acceder al juego.
En este caso concreto, además, el argumento del abandono no se sostiene siquiera en términos prácticos. Take-Two sigue vendiendo Vice City y también versiones como ‘Grand Theft Auto: Vice City - The Definitive Edition’ en múltiples plataformas. Sus propietarios continúan explotándolo comercialmente más de veinte años después de su lanzamiento original. Ese contexto refuerza la posición del editor frente a cualquier ejecución no autorizada y ayuda a entender por qué el caso no pasa desapercibido, incluso en un ecosistema donde otros proyectos similares logran sobrevivir sin fricción.
Imágenes | Rockstar Games/ Take-Two | Captura de pantalla DOS Zone
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La noticia
Alguien creyó que ‘GTA Vice City’ podía jugarse gratis en el navegador sin consecuencias. Take-Two ha reaccionado con firmeza
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Javier Marquez
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