El Gobierno de Bolivia anunció este martes la eliminación de cuatro impuestos clave, entre ellos el gravamen a las grandes fortunas y el impuesto a las transacciones financieras en dólares, con el objetivo de reactivar la economía y atraer inversión extranjera.
“Hemos decidido derogar cuatro impuestos: a las grandes fortunas, a las transferencias financieras con dólares, al juego y a las promociones empresariales. Estos cuatro impuestos no representan más del 1 por ciento de la recaudación fiscal; sin embargo, generaron contradicciones en el ámbito de negocios”, explicó el ministro de Economía, José Gabriel Espinoza, durante una conferencia de prensa en Santa Cruz.
Según cifras oficiales, solo el impuesto a las grandes fortunas habría provocado la salida de alrededor de 2.000 millones de dólares en capitales, afectando la inversión y frenando proyectos productivos.
“El impuesto a las grandes fortunas representa una salida de capitales y un desincentivo a las inversiones en el país. En definitiva, sólo generó costos para el Estado”, añadió Espinoza.
El tributo había sido creado durante el gobierno del expresidente Luis Arce (2020-2025) con el argumento de captar recursos adicionales para salud y educación, pero su impacto económico y su efecto en el clima de negocios generaron cuestionamientos desde distintos sectores. Con esta derogación, el Ejecutivo espera mejorar las condiciones para la llegada de capitales y dar señales de estabilidad al sector privado.