Bolivia entregó a Brasil a “Tuta”, el cabecilla del grupo criminal PCC capturado en Santa Cruz de la Sierra
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Bolivia entregó a Brasil a “Tuta”, el cabecilla del grupo criminal PCC capturado en Santa Cruz de la Sierra

El ex ministro del Gobierno, Eduardo Del Castillo, dijo que la detención de Marcos Roberto de Almeida fue coordinada con la Policía Federal brasilña y afirmó que supone “un golpe importante contra el crimen organizado transnacional”
Las autoridades bolivianas entregaron este domingo a sus pares de Brasil al brasileño Marcos Roberto de Almeida, alias Tuta, quien fue detenido en Bolivia y es considerado como uno de los principales cabecillas del Primer Comando de la Capital (PCC), la mayor organización criminal del país vecino.
En una operación especial de la fuerza anticrimen de Bolivia, Tuta fue trasladado a Puerto Quijarro, un municipio de la región oriental de Santa Cruz que colinda con Brasil, y allí fue entregado en la mañana a agentes de la Policía Federal brasileña, según mostraron canales bolivianos de televisión.
En la víspera, el ex ministro boliviano de Gobierno (Interior) Eduardo del Castillo felicitó el trabajo de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen (Felcc) de Santa Cruz por aprehender a ‘Tuta’, “prófugo de la justicia brasileña quien pretendía renovar su documentación de extranjero con una identidad falsa”.
Del Castillo, que el viernes presentó su renuncia para ser el candidato a la Presidencia del oficialismo en las próximas elecciones generales, indicó que la detención de De Almeida “fue coordinada con la Policía Federal del Brasil”, en una operación que supone “un golpe importante contra el crimen organizado transnacional”.
El PCC, con lazos en diferentes países vecinos, principalmente Paraguay y Bolivia, y controla el tráfico de drogas en varias regiones del país.
La Policía Federal de Brasil anunció el sábado que tenía listo un avión para una posible repatriación en caso de que Bolivia decida expulsar al brasileño detenido.
El director general de la Policía Federal, Andrei Rodrigues, explicó en la víspera que, tras su repatriación, Tuta será recluido en una de las cinco penitenciarías de seguridad máxima del Gobierno brasileño, que son las más seguras del país.
Según la Policía Federal, De Almeida figura en la lista roja de personas buscadas por la Interpol y ya fue condenado en Brasil a 12 años de prisión por los delitos de asociación para delinquir y lavado de dinero.
Tuta era el principal blanco de una operación realizada en 2020 por la Fiscalía para intentar detener a los líderes del PCC que coordinan la organización fuera de los presidios.
PCC, el grupo criminal más grande Brasil
El PCC es la organización criminal más grande y poderosa de Brasil, con influencia notable en el resto de América del Sur. El PCC se fundó el 31 de agosto de 1993 dentro de la penitenciaria de Taubaté, en el estado de São Paulo, por un grupo de ocho reclusos. Este grupo tuvo su origen en respuesta a las duras condiciones que prevalecían en el sistema penitenciario brasileño, exacerbadas tras la masacre de Carandiru en 1992, durante la cual 111 presos murieron a manos de la Policía Militar en un intento de motín.
La organización ha evolucionado a lo largo de los años para abarcar una serie de actividades ilícitas, incluyendo el tráfico de drogas, robos y secuestros. Hoy en día, el PCC se estima que cuenta con alrededor de 30.000 miembros, extendiendo su presencia más allá de las fronteras de Brasil a países como Paraguay, Bolivia y Colombia.

Marcos Willians Herbas Camacho, alias “Marcola”, ha sido uno de los líderes más influyentes de la organización. Marcola, de ascendencia boliviana, inició su carrera criminal a una edad temprana y ha pasado una parte considerable de su vida en prisión. Desde allí consolidó su poder dentro de la organización, utilizando su tiempo de encarcelamiento no solo para fortalecer su control sino también para educarse.
En tiempos recientes, el PCC ha enfrentado tensiones internas. En 2024, surgieron violentas disputas entre Marcola y otros líderes, como Roberto Soriano (conocido como “Tiriça”), Abel Pacheco de Andrade (“Vida Loka”) y Wanderson Nilton de Paula Lima (“Andinho”). Estas luchas por el poder han tenido como resultado asesinatos y crecientes tensiones, debilitando de esta forma la estructura del grupo en algunos aspectos.
La magnitud del poder e influencia del PCC sigue siendo una gran preocupación para las autoridades brasileñas y de países vecinos, dado su capacidad de expansión y adaptación.
(Con información de EFE)
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