El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva afirmó este miércoles que la entrada en prisión del expresidente Jair Bolsonaro (2019-2023), condenado por golpismo, es una lección que Brasil le da al mundo sobre cómo proteger la democracia.
«Ayer este país dio un paso importante (…) dio una lección de democracia al mundo. Sin ningún alarde, la Justicia brasileña mostró su fuerza, no se acobardó con las amenazas de fuera e hizo un juicio impecable, que no tiene una acusación de la oposición, sólo de dentro de la cuadrilla que intentó dar un golpe en este país», afirmó el presidente.
El líder de la izquierda remarcó que está «feliz», no con los arrestos, sino porque Brasil demostró que «está maduro para ejercer la democracia en su más alta plenitud», y valoró especialmente el fin de la impunidad.
«Por primera vez en 500 años de historia de este país hay alguien preso por intento de golpe; hay un expresidente de la República y cuatro generales de cuatro estrellas presos, en una demostración de que la democracia vale para todos», añadió.
Lula hizo estas declaraciones durante el acto de promulgación de la ley que modifica parcialmente algunas características del régimen tributario brasileño y dispone que a partir de ahora las personas que ganen menos de 5.000 reales al mes (936 dólares) no tendrán que pagar impuesto sobre la renta, una de las principales promesas de campaña del actual presidente.
Bolsonaro empezó a cumplir la pena de 27 años y tres meses de cárcel por intento de golpe de Estado la tarde del 25 de noviembre, después de que el Tribunal Supremo Federal determinara que ya no había espacio para más recursos por parte de la defensa y que el proceso había terminado.
El líder ultraderechista se encuentra en una sala individual en la Superintendencia de la Policía Federal en Brasilia, a pesar de que sus abogados intentan que cumpla prisión domiciliaria, por su delicado estado de salud.
Además de Bolsonaro, también empezaron a cumplir sus penas los altos mandos militares que también fueron condenados en el proceso, como los generales Augusto Heleno (exministro del Gabinete de Seguridad Institucional), Paulo Sérgio Nogueira (exministro de Defensa) y Walter Braga Netto (exministro de Defensa), el ex comandante la Marina, Almir Garnier ; y el exministro de Justicia, Anderson Torres.
Todos ellos fueron condenados por integrar el núcleo duro de la conspiración golpista que pretendía mantener a Bolsonaro en el poder pese a la derrota electoral de 2022, y fueron castigados con penas que varían entre los 19 y los 26 años de prisión.
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