Candonga Carreño: “Hoy el jugador no se entrega, se preocupan del celular, el auto y el corte de pelo”
Candonga Carreño: “Hoy el jugador no se entrega, se preocupan del celular, el auto y el corte de pelo”

Juan Carreño conversa con Redgol para lamentar la falta de actitud de los jóvenes futbolistas. Asegura estar arrepentido del combo que le pegó a Caputto y recuerda con especial aprecio a José Sulantay.
Juan “Candonga” Carreñoes un ícono del fútbol chileno por haber vestido 18 camisetas y tener recordado un poder de fuego frente al arco rival. Actualmente trabaja en la Municipalidad de San Vicente de Tagua Tagua y señala que eso lo prefiere antes que sentarse frente a la televisión a mirar partidos.
“La verdad no veo fútbol desde que losAlexis, Medel yVidaldejaban la vida en la cancha. Desde ese tiempo. He perdido interés porqueno veo entrega“, señala sobre la nueva camada de futbolistas chilenos en unaentrevista con Redgol.
-¿Siente que falta garra y entrega?
Mira, todos conocen bien mis condiciones deportivas. Me faltaban cosas, pero nunca corazón. Jugué con 18 camisetas y el respeto fue haberme entregado por completo, más allá de los goles que pude fallar. Hoy no veo entrega ni corazón en nuestros jugadores.
-¿Por qué pasa eso?
Están más preocupados del auto, del celular y del corte de pelo que de entregarse 100% en una cancha. Ellos deben entender que la gente quiere ver el sacrificio, la lucha por defender una camiseta. Eso lo ha perdido el fútbol.

Elogios de Candonga a José Sulantay
-Contó que jugó en 18 equipos, ¿cuál es el mejor entrenador que tuvo?
Las estadísticas son frías, pero siento que José Sulantay me marcó como persona. Me fue a buscar a Cobresal para jugar una Libertadores con Coquimbo, para juntarme con Pedro González. Me enseñó disciplina, profesionalismo y lo importante que es la confianza que le tienen a uno.
-Muchos hablan que era un adelantado.
Te decía cómo era el rival, tanto en sus debilidades como en fortalezas, para estar preparado. No vi ningún técnico con las condiciones de Sulantay. Por eso Sulantay forma la Generación Dorada. La inventó, le dio disciplina y ese resultado se lo llevó un grande como Marcelo Bielsa.
-¿Cuál fue el mejor momento de su carrera?
Siento que tuve peaks en Coquimbo, en Everton antes de ir a Unión, las eliminatorias para Francia. También recuerdo a Concepción, a Naval, Huachipato. Me respetan los tres grandes de la zona sur, eso me llena de orgullo. Fui seleccionado estando en esos equipos. Por eso siento agradecimiento hacia el fútbol, por eso me apasiona hablar de esto.
–Su salto a la fama fue el 94 con Unión Española, en la Libertadores.¿Cómo lo recuerda?
La Copa Libertadores me dio un sello a nivel internacional y tengo el récord de haber hecho en Santa Laura el gol más trascendental, que fue a Cruzeiro en los casi 100 años del club.

-Imposible no preguntarle por su anécdota más recordada, el combo a Hernán Caputto jugando por Huachipato ante Osorno.
Tengo muchas anécdotas, pero con los años uno envejece, queda una pura neurona y no me gusta mandar al frente a nadie jaja. Pero sí asumo esa responsabilidad: no me llena de orgullo es el acto de la pelea que recorrió el mundo con Caputto. No me siento orgulloso, aunque prefiero haber pegado a que me hubiesen pegado.
-¿Le trajo problemas después esa actitud?
Lo que pasa es que decepcioné a muchos. Yo era figura de Huachipato y me reunía con una escuela de fútbol los martes, la que tenía 80 o 100 niños. Y me rescindieron contrato por esa pelea. Yo tenía algo importante en ese minuto, por lo que debí asumir mi cagada. Eso es lo que más me dolió en el fútbol, más que no haber ido al Mundial.
–¿Tuvo otra pelea en su carrera?
A mí después de Unión Española me viene a buscar el presidente de Pumas de México, pero el entrenador Tuca Ferreti quería al brasileño Tiba. Empezó una rivalidad fuerte por el puesto y en una práctica me hizo un par de túneles. Yo le dije que no se lo iba a aguantar más, me lo hace de nuevo y me saca la madre. Ahí terminó grave la cosa. Me saqué la camiseta y le dije que iba a pelearle a todos, pero nadie quiso y me tuve que venir a Chile, ja, ja.
-¿Había algún jugador más polvorita que usted?
Ivo Basay sí que tenía pelotas, ese le pegó a varios mexicanos. Era guapo, guapo. Le tengo una gran admiración como persona y delantero. Siempre digo que tuvo la mala fortuna de estar en el mismo tiempo que Zamorano.
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