El Ministerio de Industria y Tecnología de la Información (MIIT) de China está ultimando los estándares de seguridad más estrictos aplicados a las baterías externas y portátiles. Según recogen medios como XiaomiTime, la nueva especificación técnica sustituirá a la actual certificación 3C y elevará las barreras de entradas para los fabricantes. ¿Qué implica esto? Que deberán priorizar la seguridad y la transparencia sobre la capacidad.
Un filtrado masivo. La normativa no es una sugerencia, es un cambio profundo que abarca desde la celda hasta el circuito impreso de las pilas externas. Se estima que cerca del 70% de la capacidad de la producción actual —de donde salen las baterías más económicas del mercado— podría desaparecer.
Esto consolida una tendencia que llevamos tiempo avistando: China le tiene el punto pillado a las baterías. Los fabricantes chinos están poniendo el foco en la calidad más allá del miliamperio, dando más relevancia a la seguridad de la pila como factor premium.
Estas son las fases que se esperan para la implementación de la normativa:
Fin de las baterías genéricas. Las power banks fabricadas en suelo chino dejarán de ser ladrillos opacos y baratos. La regla exige incluir pantallas LCD o conexión a una app para mostrar la salud de la batería y sus ciclos de carga, además de llevar un impreso en la carcasa sobre su vida útil.
Este movimiento hacia la inteligencia del hardware llega justo cuando esperamos un gran salto tecnológico para 2026. Ese se deberá en parte a las baterías de silicio-carbono (a veces, ánodo de silicio), unas que están permitiendo unas densidades energéticas nunca antes vistas y que sí, requieren una gestión más transparente.
Pruebas de estrés. El núcleo de la normativa china ataca la estabilidad química: se endurecen pruebas como el test de abuso térmico (135ºC durante 60 minutos). Algo que deja a China como laboratorio de pruebas mundial, con un matiz importante: los móviles del mercado chino ya montan baterías un 11% más grandes que el resto y que conllevan mayores retos de seguridad térmica.
Límites a la capacidad y el transporte. Aunque existen prototipos de baterías de silicio-carbono con capacidades de hasta 15.000 mAh, la normativa busca evitar que estas cifras se vuelvan incontrolables en formatos portátiles.
Y ojo con cómo puede influir a las regulaciones internacionales de transporte: es un factor clave que ya nos explicaba por qué las baterías suelen llegar recortadas a Europa. El límite seguro está marcado en los 20Wh por celda.
Una industria obligada a madurar. Con la entrada en vigor de la normativa en 2026, los fabricantes que busquen titulares explosivos, deberán someter sus innovaciones a estos estándares. El resultado puede ser un adiós (¿definitivo?) a la electrónica de "usar y tirar": habrá menos opciones baratas, y más dispositivos inteligentes que deberían garantizar que llevar una batería de alta densidad en el bolsillo no sea un peligro.
Imagen de portada | Pepu Ricca para Xataka Móvil
En Xataka Móvil | Calibrar la batería del móvil es un hábito de gran importancia que pocos conocen. Así se hace
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China va a prohibir las baterías externas "tontas". Es una nueva normativa con peligro para Europa
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Pepu Ricca
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