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La Audiencia Provincial de Cantabria ha impuesto un año y medio de prisión a un hombre por entrar por la ventana en casa de su pareja, sobre la que tenía orden de alejamiento a raíz de una condena previa por violencia de género.

Se ha acordado así este miércoles en una vista de conformidad entre la fiscal y la defensa, y que ha evitado la celebración del juicio previsto con jurado.

Fruto del acuerdo entre las partes, se ha condenado al implicado a nueve meses de cárcel por un delito de quebrantamiento de condena y a seis más por otro de violencia de género en la modalidad de allanamiento de morada, así como al pago de las costas procesales.

Al comprometerse el ministerio público y el letrado del encausado a no recurrir la sentencia, el magistrado de la Sección Tercera presidente del tribunal ha decretado la firmeza de la misma.

Y se ha acordado asimismo la suspensión extraordinaria de la pena privativa de libertad, condicionada a que el procesado no cometa ningún delito, comunique cualquier cambio de domicilio y desarrolle 150 jornadas de trabajo en beneficio de la comunidad.

Asimismo, no deberá acercarse a menos de 100 metros a la víctima, tendrá igualmente prohibido comunicarse con ella y deberá participar en un programa formativo.

En consecuencia, se va a revocar la situación de prisión provisional en la que se encuentra, y se va a suspender la ejecución de la condena con las citadas condiciones.

HECHOS

Según el texto conformado que se llevará a la sentencia, los hechos ocurrieron el 24 de mayo de este año, cuando el implicado se presentó en el domicilio de su pareja, sobre la que tenía orden de alejamiento por una condena por violencia de género (maltrato).

En concreto, no podía acercarse a menos de 30 metros ni comunicar con ella por cualquier medio durante seis meses, pese a lo cual, "consciente" de esas medidas y de las consecuencias del incumplimiento de las mismas, se presentó en el domicilio.

Una vez allí, empezó a "aporrear" la puerta para que le abriese y dejase entrar, y ante la negativa de la víctima a sus pretensiones, saltó la tapia, golpeó una ventana de la parte trasera y elevó la persiana hasta que logró entrar en la casa.