SEÑOR DIRECTOR:
La Corte Suprema acaba de darle un portazo al proyecto de ley del diputado Johannes Kaiser que buscaba “permitir” al Servicio Médico Legal (SML) identificar restos humanos sin orden judicial, ya que, según el parlamentario, el Plan Nacional de Búsqueda “no se hace cargo de la identificación de los miles de protocolos de detenidos desaparecidos que se encuentran en el Servicio Médico Legal”.
El máximo tribunal rechazó además punto por punto el proyecto, rebatiendo una serie de errores que dan cuenta de un profundo desconocimiento en torno al funcionamiento del SML, entre otros. Esta aclaración no solo es una buena noticia, sino que visibiliza el uso de relatos distorsionados para generar impacto sin importar su veracidad. Esto es especialmente grave cuando la desinformación proviene de autoridades públicas, además de ser una afrenta hacia la ciudadanía y los derechos humanos.
Han sido varias las formas en que el diputado ha descargado sus críticas hacia el Plan Nacional de Búsqueda, dañando especialmente a víctimas y familiares de detenidos desaparecidos. Sus palabras no solo resultan impactantes por la liviandad con que afirma mentiras e incongruencias, sino por la indolencia con la que se refiere a temas ligados a uno de los episodios más horrorosos de nuestra historia.
La respuesta de la Corte Suprema es una buena noticia porque pone al centro la verdad, con argumentos y razonamiento. Sin embargo, el daño está hecho: discursos como los de Kaiser generan confusión en una ciudadanía cada vez más cansada y desconfiada de las instituciones y sus representantes.
Rodrigo Bustos Bottai
Director ejecutivo de Amnistía Internacional Chile
¿Quieres publicar aquí?
Sólo contáctanos
completa toda los campos para contáctarnos
¿Quieres publicar aquí?
Sólo contáctanos