En verano de 2020, las autoridades alemanas encontraron el primer jabalí infectado con la peste porcina africana. El mundo estaba distraído por la anemia, pero el mercado mundial de la carne de cerdo tembló. Alemania era el mayor productor de cerdo de Europa y, si algo habíamos aprendido de la enfermedad, es que su voracidad no conoce límites.
Con la peste en el corazón de la Unión era cuestión de tiempo que llegara a todos lados y, sin embargo, un pequeño país dijo que no: Dinamarca.
68 kilómetros. Ese es la longitud de la frontera entre Dinamarca y Alemania. Parece un dato puramente de color, pero en este contexto tiene un significado muy concreto: en Christiansborg llegaron a la conclusión de que se podía frenar la expansión del virus.
De hecho, el gobierno de Dinamarca ya había empezado a construir una valla de un metro y medio de altura para frenar la intrusión de jabalíes salvajes en el país en 2019. Las detecciones de animales infectados en Polonia empezaron a ponerles nerviosos.
Sin embargo, rápidamente, se dieron cuenta de que no era suficiente.
Y decidieron erradicarlos uno a uno. Es cierto que en el caso danés esto también era relativamente asumible. Al fin y al cabo, aunque erradicar una especie es difícil, el país escandinavo solo albergaba poco más de un centenar de especímenes.
El esfuerzo fue extenso y exhaustivo, pero para finales de 2021 el gobierno anuncio que la especie estaba exterminada. En diciembre de 2020 habían acabado con el último ejemplar, el 157.
Dinamarca es, de hecho, uno de los países en los que no se ha detectado aún el virus de la peste porcina.
¿Es viable hacerlo en España? Lo cierto es que no. España, según el Instituto de Investigación de Recursos Cinegéticos, tiene 1.200.000 jabalíes salvajes campando por sus montes. Ya no es que el esfuerzo necesario para exterminarlos sería inmenso, sino que las consecuencias socioeconómicas también lo sería. Decenas de ecosistemas se verían descompensados y entraríamos en un terreno más que pantanoso.
Sin embargo, sí que se pueden aprender cosas de la decisión de Dinamarca. Sobre todo, que cuando hablamos de este tipo de enfermedades las medidas deben ser drásticas y proactivas. Llevamos años esperando que ocurriera esto y hemos tenido la enorme suerte de que haya ocurrido días después de firmar el acuerdo con China que nos permitía 'regionalizar' el brote.
De lo contrario, el problema habría sido enorme.
8.000 millones. Esa es la cifra, que según los expertos, está en juego por el brote de peste porcina africana de la Sierra de Collsarola. Y, por ahora, no esta nada claro si podremos salir indemnes de este atolladero.
Imagen | Markus Winkler | Danny Kroon
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La noticia
Cuando en 2020 la peste porcina se acercaba a sus fronteras, Dinamarca tomó una solución radical: matar a todos los jabalíes que había en el país
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Javier Jiménez
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