Si eres de los que les gusta el mundo del automóvil, es casi imposible que no te hayas enterado. La Comisión Europea ha propuesto mantener los coches con motores de combustión. Efectivamente, no nos hemos equivocado. Europa todavía no ha aprobado nada, la Comisión Europea ha hecho su propuesta y ahora tiene que ser aprobada por el Parlamento Europeo y los Estados miembros (el Consejo de la UE).
Viendo cómo han evolucionado las posturas dentro de la Unión Europea en los últimos tres años, todo indica que si no se aprueba dicha proposición veremos algo muy similar a lo que ya se ha publicado.
Esta propuesta, como contamos en este artículo, adelanta un futuro donde, efectivamente, tendremos coches de combustión. Pero quedarán restringidos a unas pocas excepciones. Con la obligación de mantener la media de emisiones por debajo de 11,6 gr/km de CO2 en su flota para saltarse las posibles multas, las marcas tendrán que seguir vendiendo sí o sí enormes volúmenes de eléctricos.
La medida ha sido llamada por algunos analistas como Mathias Schmidtt de "enmienda Porsche". Y es que son este tipo de vehículos, los que podrán seguir contando con motores de combustión a precios desorbitados. Por suerte, si todo marcha igual, podremos seguir viendo un Porsche 911 con motor de combustión o un Ferrari con su buen V12. Pero parece casi imposible que veamos coches asequibles con este tipo de tecnología.
¿Quiere eso decir que todo coche deportivo será eléctrico?
Probablemente, la mayoría lo serán. Pero si se aprueba esta nueva regulación al menos quedará la puerta abierta a ver un tipo de vehículo que tenemos poco estudiado en Europa. Uno con el que Mazda quiere mantener con vida una opción deportiva en su gama.
La nueva redacción abre la puerta a que nuestro sueño de ver el Mazda Iconic SP hecho realidad esté más cerca.
Soñemos con él
Era noviembre de 2023 cuando Mazda lanzaba una bomba en el Salón del Automóvil de Tokio. Fue en aquel momento cuando presentó el Mazda Iconic SP, un precioso prototipo con faros escamoteables y proporciones a medio camino entre el Mazda MX-5 y el Mazda RX-7, dos de sus automóviles legendarios.
Del coche se dieron muy pocos detalles pero sí los suficientes para entender que puede ser viable su vuelta incluso con la reducción de emisiones esperada. Se dijo que era un coche eléctrico de rango extendido. Es decir, una suerte de híbrido enchufable donde un motor rotativo apoya al vehículo para generar electricidad y mandarla a la batería. Los motores eléctricos son las que impulsan las ruedas tomando la electricidad desde el acumulador.
Una batería lo suficientemente justa para trayectos diarios en modo eléctrico pero apoyado con un motor rotativo permitía dejar al coche en 370 CV pero, sobre todo, en 1.430 kg de peso. Una cifra baja para un coche eléctrico, en sintonía con la filosofía de Mazda de tratar de mantener el peso siempre a raya.
Y es que la compañía ha dejado bien claro en repetidas ocasiones que no creen en los coches eléctricos de grandes autonomías, entre otras cosas por el sobrepeso que provoca en sus coches. El Mazda MX-30 eléctrico y sus 1.720 kg de peso es un buen ejemplo de cómo afectan las baterías a este aspecto. Pero su versión de rango extendido también es un buen ejemplo de cómo ya están empleando esta tecnología.
El paso del tiempo, sin embargo, parecía estar poniendo las cosas complicadas a la compañía. En una entrevista reciente a Autocar, sus Masahi Nakayama, máximo responsable del diseño del deportivo dijo que era el coche de sus sueños y que "técnicamente es viable" pero que el problema estaba en los costes.
Tiene lógica. Para una marca tan pequeña como Mazda, poner en la calle un vehículo que presumiblemente será de nicho es un enorme riesgo. Las excentricidades, los coches diferentes quedan reservados para firmas enormes como Toyota o vehículos que pueden permanecer en el mercado. Si la compañía no pudiera emitir emisiones de CO2 en Europa en 2035 sería otro mercado que se le cerraría.
El europeo es, de hecho, el mercado más interesante para este coche. En China los clientes han mirado a otro tipo de vehículo más tecnológico en su interior. En Estados Unidos el coche eléctrico no despega y no parece haber intención para ello. Solo Europa y Japón parecen terrenos donde abonar ventas pero el primer mercado sigue tiene aprobada una prohibición para vender coches con motores de combustión lo que impide una vida comercial lo suficientemente larga como para garantizar su viablidad.
Sin embargo, aprobar la propuesta de la Comisión Europea deja la puerta abierta a ver este deportivo en la calle. Primero porque estaría cumpliendo con las normas y segundo porque, dado que es un coche de nicho del que se esperan pocas ventas, sería fácil compensar las emisiones con otros vehículos de la firma o con la compra de créditos de emisiones.
Queda por ver, eso sí, el futuro de Mazda en Europa. Las restricciones son tan duras en los próximos 10 años que amenazan con adelgazar la cartera de productos de la firma. Ahora mismo, su único eléctrico competitivo viene de China y el segundo modelo también será un coche puramente chino. El resto de su gama lo conforman coches con motores de combustión grandes con emisiones que se van muy por encima de los 93,6 gr/km de CO2 con los que tienen que cumplir en 2027.
Lo que es seguro es que una cambio de este tipo en la normativa allana el camino a un coche diferente. Uno de esos coches con los que merece la pena soñar para romper la monotonía de un mercado cada vez más estandarizado.
Foto | Mazda
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La noticia
Desde que sé que los coches de combustión sobrevivirán a 2035 hay uno con el que sueño. Y no es un Porsche o un Ferrari
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Alberto de la Torre
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