¿Dónde y cómo se está expresando el poder de los evangélicos? El libro clave de María Olivia Mönckeberg

¿Dónde y cómo se está expresando el poder de los evangélicos? El libro clave de María Olivia Mönckeberg

“En el nombre de Cristo. El poder evangélico en Chile” se titula el texto de la periodista, que abre la mirada a estas iglesias a lo largo de todo el país. “Un submundo que no está a la vista” dice la profesional en entrevista con ElSiglo.cl. La instalación de colegios y universidades, una extensa cadena radial en todo Chile, la expansión de templos de toda la diversidad evangélica, un poder en redes sociales y la existencia de un partido político del sector. La constatación de que hay evangélicos de izquierda, aunque “mayoritariamente apoyan a personas de derecha y de ultraderecha”. La autora sostiene que algo que “que impresiona es el diezmo, que es importante para todos, y hay diezmos significativos. Y los manejan en Estados Unidos”. Sobre el efecto en las elecciones de noviembre, indica que “no creo que pretendan tener una gran votación, pero probablemente logren elegir algunos parlamentarios. Aunque no fuera así, no abandonan el camino”.

Hugo Guzmán. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 6/2025. Tiene una serie de libros de investigación periodística que impactan en el conocimiento de la realidad chilena. Ahora presentó “En el nombre de Cristo. El poder evangélico en Chile”, texto que abre la vista al mundo evangélico a lo largo de todo el país. María Olivia Mönckeberg Pardo es la autora de este libro, de la serie de “·Debate” del grupo editorial “Penguin Random House”. Egresada de la Escuela de Periodismo de la Universidad Católica, profesora del Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile, Premio Nacional de Periodismo, con un desempeño profesional en varios medios de prensa, suma esta obra a “El imperio del Opus Dei en Chile”, “El negocio de las universidades en Chile” y “Karadima, el señor de los infiernos”, entre otras.

¿Por qué decidiste a escribir este libro sobre el poder de los evangélicos en Chile?

Mira, era una inquietud que tenía hace mucho tiempo, es un libro de larga investigación, y me motivó mucho lo que pasó con la elección de Jair Bolsonaro en Brasil, y el apoyo que tuvo de los evangélicos. Entonces, surgió la pregunta de qué estaba pasando en Chile con en ese asunto. Porque Brasil y Chile han sido fundamentalmente católicos, había una influencia muy grande de la Iglesia Católica y ahora se presentaba este fenómeno de los evangélicos. A partir de eso comencé a escribir, a seguir pistas, a conversar con gente, entre medio nos agarró la pandemia y fui viendo que es un tema súper amplio. Vi que no está a la vista, no está palpable, ni en los medios de comunicación, ni en la conversación política, salvo ahora que se generó un partido político vinculado a los evangélicos y se habla de la influencia electoral de los evangélicos, pero en general en la mirada de analistas, de dirigentes políticos, no es un tema que estuviera realmente en el tapete, había o hay un submundo que no está a la vista. Eso me motivó a escribir el libro.

Con ese ejemplo que pones de Bolsonaro, después de escribir el libro, ¿te sumarías a la gente que piensa que el mundo evangélico vota por la derecha y por la extrema derecha?

Mira, hay que distinguir entre las iglesias tradicionales y las pentecostales, por ejemplo. Pero, claro, han estado apoyando, algunos, a la derecha. Sin embargo, te puedo contar que cuando presentamos el libro me llamó la atención que se me acercaron personas a hacerme comentarios, y eran evangélicos de izquierda, como el alcalde de La Cisterna, Joel Olmos.

Y que apoya a Jeannette Jara, la candidata presidencial del Partido Comunista.

Claro que sí. Y bueno, había varios y hasta me regalaron un libro de evangélicos de izquierda. Históricamente los hay, socialistas que son evangélicos, en Concepción me decían que hay evangélicos comunistas. Entonces, no puedes decir que todo el mundo evangélico vota por la derecha o por la extrema derecha. Sin embargo, lo que se puede decir es que mayoritariamente apoyan a personas de derecha y de ultraderecha y tiene que ver con que muchos son anticomunistas, pero además son anti globalistas, anti Naciones Unidas, anti feministas, están en contra de la agenda de género. Eso es fundamental en sus incursiones políticas. Fíjate que tuvieron un desacuerdo con el entonces presidente Sebastián Piñera cuando promulgó la ley de matrimonio igualitario. Ellos son muy defensores de la palabra que está en la Biblia, es una ley, un mandato irrevocable.

“Me sorprendió ver y seguir viendo esta existencia de tanta iglesia”

Uno lee el libro, y piensa cómo en el siglo XXI pueden existir esas ideas, esas doctrinas, que van en sentido contrario de una evolución o cambio en la sociedad humana. Y se están expandiendo.

Así es. Por eso quedé muy contenta de haber optado, al escribir el libro, por el camino de los testimonios, de las conversaciones en profundidad y conocerlos.

Precisamente, me llamó la atención al leer el libro, que la base de todo o casi todo fueran los testimonios, las palabras, las narraciones, los pensamientos de evangélicas y evangélicos.

Después de mucha investigación, de revisar y leer muchos materiales, pude apoyarme para hacer las entrevistas con conocimiento de causa. Así pude entender las variedades y diferencias entre ellos y encontré pertinente que fueran las personas evangélicas las que hablaran. Hay varias y varios que fueron alumnos míos, en periodismo. No es que una como periodista llegue y ponga el micrófono o el celular para grabar, es fundamental que exista cierta confianza y una tenga antecedentes. Y hay realidades con las que tú te encuentras, como la participación de toda esa gente en sus iglesias, en los cultos, por cuatro o cinco horas, los niños en la escuela dominical, los jóvenes llenos de actividades. Mira, hay una manera de mirar esto. Se habla mucho de que “no hay Estado”, que “el Estado llega tarde”, que “el Estado es tan grande”, sobre todo se dice desde la derecha, y la falta del Estado uno la ve en todas partes. Entonces, hay espacios que son llenados por muchos sectores, entre ellos los evangélicos y te dicen cosas como que los evangélicos en las cárceles es notable lo que hacen, y dan protección y logran la conversión.

Eso tiene que ver con su expansión.

Te hace pensar en su expansión, aunque algunas personas sostienen que entre los jóvenes ya no es tan fuerte esto de los evangélicos, por la influencia de la educación y otras miradas más críticas. Pero igual se ve que van creciendo iglesias evangélicas aunque, claro, no es tan difícil crear una nueva iglesia, un templo.

¿Qué fue lo que más te sorprendió de todo este mundo evangélico?

Me sorprendieron hartas cosas. Me sorprendió ver y seguir viendo esta existencia de tanta iglesia, muchas, sobre todo desde que se hizo la ley de cultos. En el caso de las pentecostales son muchas más y no tienen una verticalidad como en la Iglesia Católica. Hay como una cuestión celular, que van creciendo y creciendo.

En el libro me di cuenta que hay una expansión en regiones.

Es muy alta. Es una constatación. Están en todo el país, más en unas partes que otras. Hay una relación también con la migración. Me impresionó, por ejemplo, la presencia evangélica tan clara y tan fuerte en la Región del Biobío. Ahí emergió este movimiento Águilas de Jesús, que es muy importante, y el alcalde actual de Concepción, Héctor Muñoz, es un pastor evangélico y la candidata a la presidencia es su señora, la diputada Francesca Muñoz, y vienen desde muy atrás con muchas actividades. Están en el Partido Social Cristiano que tiene inscripciones en todo el país. Siguiendo con lo que me llamó la atención, está su desacuerdo tremendo con la agenda de género, de diversidad de género. Eso es muy fuerte. Otra cosa es que el templo para ellos es particularmente sagrado, es el lugar donde está Dios, está Jesucristo resucitado, ellos lo consideran así. Hay varios en Santiago y están construyendo otros en regiones. Tiene una amplitud de llegada en regiones y zonas de Santiago. Otra cosa que impresiona es el diezmo, que es importante para todos, y hay diezmos significativos. Y los manejan en Estados Unidos, en el estado de Utha, que es considerado “el estado de los Santos de los Últimos Días”. En Chile han ido comprando terrenos agrícolas, son productores del aceite de oliva, de nueces, y otras producciones.

Tú escribiste un libro titulado el imperio del Opus Dei en Chile. ¿Podrías decir que en Chile existe el imperio de los evangélicos?

Tienen diferencias. A pesar de que me decían que el Opus Dei es algo solamente religioso y no, no es solamente religioso, tiene mucho poder más allá de eso. Cuando hablo del poder de los evangélicos en el subtítulo del libro, hablo de lo que son, de su presencia, pero ellos no tienen un emperador, no tienen esa jerarquía que uno ve en la Iglesia Católica y en los movimiento católicos. Hay representantes de un cierto conjunto de iglesias, no de todas, y hay algo más horizontal, sin jerarquías de Papas o Arzobispos como los conocemos en los católicos, o esas jerarquías en el Opus Dei.

Los colegios, las redes sociales, las cadenas de radio, el partido político

Hay un partido político evangélico. El Partido Social Cristiano, que viene del Partido Conservador Cristiano, y que captó gente de partidos de la derecha, y gente del mundo evangélico, pastores.

Así es. Un partido que aglutinó evangélico, gente de la derecha, y se fue hacia ellos personas del partido de Franco Parisi, el Partido de la Gente, ya tienen dos diputadas, tienen un senador. Se les fue Rojo Edwards, pero era previsible, se salió cuando no lo nominaron candidato presidencial. Está Luciano Silva, que fue candidato a gobernador en Biobío, él fue convencional por Renovación Nacional. Este partido ahora, o antes que configuraran este partido, cuando llegaron al Parlamento, y cuando se conformó la “bancada evangélica”, hay algo que los caracteriza y es que no les importa perder. Ellos tienen una primera, una segunda y una tercera vez. La Francesca sacó poquititos votos una vez, pero después fue juntando fuerza, adeptos, y como tienen esta mezcla de religión y política, es algo donde no puedes predecir mucho, depende de lo que esté pasando en los templos, en los cultos, en las reuniones que sostengan, en su aproximación con la gente. En el lenguaje habitual diríamos que es ¿sólo testimonial? Sí, quieren poner los temas que les preocupan, quieren jugarse por esos temas. No creo que pretendan tener en estas elecciones una gran votación, en la elección presidencial, pero probablemente logren elegir algunos parlamentarios. Aunque no fuera así, no abandonan el camino. Ellos tienen gente de la que no has escuchado hablar, que no están en el primer plano, no están en las noticias, pero poquito a poco va aumentando su peso. Mira, hay un momento, cuando se disidieron a entrar en política, que fue decisivo. Ellos hablan del mundo y para ellos la política era algo del mundo, y era algo poco menos que perverso, por eso no se metían. Los únicos que visualicé que siguen con esa postura, y no se meten, son los Testigos de Jehová.

Hay otros aspectos que tocas en tu libro sobre este mundo de los evangélicos…

Sí, hay algunos puntos, como el de la educación, que en el caso de los adventistas está muy desarrollado, tienen su universidad y una cadena de colegios. Ah, y con subsidio del Estado de Chile. Los pentecostales me llamó la atención que ellos tienen colegios en proporción mucho menor, probablemente porque no le dieron mucha importancia. Otro punto es la enseñanza religiosa en los colegios públicos, en que encontré unos artículos muy interesantes que la gente no sabe, y es la promoción de esa enseñanza en los colegios. Otra cosa que llama la atención, es la cantidad de radios que tienen a lo largo del país. Los periodistas y otra gente, estamos preocupados de quiénes controlan los medios y en este caso no son los medios típicos, convencionales, los tradicionales, sino que una gran cantidad de frecuencia modulada concesionada, y que están en manos de iglesias evangélicas, de pastores, fundaciones y personas vinculadas a los evangélicos, es algo impresionante. Ahí, nuevamente, nos encontramos con un tema de dónde está la fiscalización. Te decía hace un rato del vacío del Estado y bueno, qué pasa con las denominadas radios comunitarias y al final quién realmente las posee, y uno de mis entrevistados me decía que es impresionante que hasta en la asociación de radios comunitarias, en la dirigencia, están pastores evangélicos, tienen una presencia notable. Eso se condice con la presencia evangélica en regiones, no hay región en Chile donde no haya una radio evangélica. Los adventistas tienen su cadena de radios de Arica a Punta Arenas, con un epicentro importante en la Universidad Adventista, donde hay radio y televisión. Además, sobre todo producto del efecto de la pandemia, y ya que para ellos son muy importantes las reuniones, fueron desarrollando las redes sociales, y ahora te encuentras indagando en Internet, en Youtube, en Instagram, con prédicas, con mensajes.

Foto: Lorena Palavecino.

 

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