El entrenador Matías Almeyda una vez más tuvo elogiosas palabras para el tocopillano, quien jugó 77' en la paliza por 4-0 frente al Oviedo en el Sánchez Pizjuán.
El Sevilla comenzó el partido ante el Real Oviedo con Alexis Sánchez dentro de la oncena titular. Y el goleador histórico de la selección chilena participó en la jugada del primer gol que anotó el cuadro andaluz, que celebró un 4-0 incontestable.
Sánchez se juntó con su ex socio en el Inter de Milán, el francés Lucien Agoumé, quien encontró con un preciso pase englobado el pique del centrodelantero nigeriano Akor Adams. Fueron 77 minutos del tocopillano sobre el césped del estadio Ramón Sánchez Pizjuán.
Eso sí, Matías Almeyda eligió preservar a AS10 cuando el trabajo estaba prácticamente realizado. Con el marcador 3-0 a favor, el Pelado sacó de la cancha a Sánchez. En su lugar, propició el ingreso de Chidera Ejuke, un habilidoso extremo nigeriano que ha recibido muchas críticas.

Pero que pudo despedirse del club con un gol: Ejuke cerró la paliza ante el Oviedo y ahora, disputará la Copa Africana de Naciones junto a su país. “Estamos en búsqueda y pudimos cerrar este 2025 con un gran triunfo, con una afición que realmente apoya al equipo”, dijo Almeyda tras el encuentro.
“Veo muchas cosas buenas en este triunfo: jugamos con muchos jóvenes de la cantera, la predisposición de todos los grandes, la entrega, la interpretación. No encerrarnos en un sistema”, agregó el otrora mediocampista, quien llegó a Sevilla desde el AEK Atenas de Grecia. Un elogio donde entraba el chileno.
Agregó que “hacer cuatro goles y que no nos hagan. Después de perder un derbi, muchas derrotas, nos empataron el partido pasado al último minuto, tratamos de transmitir mucha fortaleza mental. Todos tenemos que estar predispuestos para el cambio y con la mente abierta para aceptar algunas cosas”. Una declaración de principios de lo que quiere: tenerlos a todos en su máximo nivel de condiciones.
Para Matías Almeyda, este triunfo del Sevilla no sólo tuvo una buena participación de Alexis Sánchez. También varios puntos rescatables, como Batista Mendy, que ha tenido un alza clara en su rendimiento. “Debo buscar desde todos los lugares darle tranquilidad al grupo. Eso tratamos de hacer, el diálogo”, marcó el DT argentino.
“Hoy hubo muchos chicos, yo siempre hablo de esto, que no me gusta quemarlos, voy manejando eso. Hay muchos que están dejando el alma. Todos y eso se agradece. Hay un sentido de pertenencia que no se compra ni se vende”, reconoció. Almeyda. Uno de los que jugó fue Oso, quien ocupa el lugar del lesionado Gabriel Suazo en el carril izquierdo.

También jugó Castrín, zaguero central. Y el delantero Miguel Sierra, de 21 años. “Cuando lo tienes, les das confianza y ellos son buenos receptores de lo que uno les dice, vamos a convertirlos en buenos futbolistas. Lo vienen entendiendo bien, saben que conmigo van a hablar y cuando me molesta algo se los voy a decir. Cuando están bien los pongo”, dijo.
Y volvió a hablar de Alexis Sánchez, como si el Dilla estuviera destinado a aparecer de referente para el plantel de la campaña 25-26. “A su edad, está en una etapa de su vida donde ve el fútbol desde otro lugar”, aseguró Almeyda. No profundizó en eso, pero seguramente algo tendrá que ver la hermética paternidad reciente.

“Pero todos, cada uno que le tocó, a los que no les toca. Como grupo se ve bien, se los ve unidos. Hoy es un lindo regalo para ellos”, cerró Matías Almeyda, quien tiene una jornada para celebrar y sacar buenas conclusiones en torno a una goleada que dejó poco espacio para las dudas.
Luego de la victoria ante el Real Oviedo, el Sevilla se tomó un respiro en la tabla de posiciones y sueña con consolidarse en la parte alta.
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