La recuperación de Huawei ha sido meteórica y ha transcurrido por varias fases. Primero recuperó el trono como marca número uno de móviles en China tras la vuelta de sus chips Kirin 5G; después certificó su gama alta con el lanzamiento de los Mate 80 y los chips Kirin 9030. En paralelo, ha ido sustituyendo cada pieza extranjera, desde desarrollar sus propios sensores de cámara, hasta retar a Qualcomm en ordenadores con su procesador Ascend. A pesar de los límites de la industria china de semiconductores, Huawei apunta a un desafío final: una patente que promete saltarse el bloqueo de los dos nanómetros.
La patente de la discordia. Huawei hizo una solicitud de patente registrada originalmente en 2022 y destapada ahora. Esta, describe un "método de integración de metales" enfocados en el proceso BEOL (Back-End-Of-Line), la fase crítica donde se interconectan los transistores.
La clave reside en utilizar la litografía ultravioleta profunda (DUV) —la tecnología menos avanzada a la que China todavía tiene acceso— combinada con un proceso de patrones cuádruples autoalineados. Esto les permitiría crear circuitos con una precisión de hasta 21 nm, suficiente teóricamente para producir chips equivalentes a los nodos de 2 nm de TSMC sin necesitar las máquinas vetadas.
Exprimir la tecnología antigua. La jugada de Huawei se repite y es un ejercicio de supervivencia ante la imposibilidad de comprar las máquinas EUV. Aunque el gigante chino ya tenía planes para los 3nm mediante la arquitectura GAA, la realidad actual muestra que siguen limitados a los 7nm (o 5nm, supuestamente en los Kirin 9030) en productos como sus portátiles.
La nueva patente propone multiplicar los pasos de exposición con máquinas viejas; un proceso técnicamente viable pero económicamente arriesgado por su baja tasa de éxito, como comentaban en Xataka.
De la supervivencia al contraataque. Huawei ha pasado de estar en "modo supervivencia" al ataque: si durante unos años ocultó los detalles de sus chips para evitar sanciones, ahora presume de ellos abiertamente. Respaldada por un crecimiento que ha puesto a sus chips casi a la altura de Samsung en cuota de mercado, sabe que la receta del hardware es solo la mitad de la batalla.
Su verdadera vía para el éxito sigue siendo su software: un HarmonyOS capaz de compensar las carencias de una litografía limitada y un rendimiento menor frente a sus rivales. Ha conquistado los smartphones, los wearables, y ahora también los ordenadores de Huawei. Veremos si la patente les permite cerrar la brecha con Occidente o acaba solo en eso, una patente. Por el momento no está aprobada, solo solicitada.
Imagen de portada | HiSilicon y Huawei
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EEUU le vetó la máquina para fabricar chips avanzados. La enésima respuesta de Huawei es una patente para llegar a los 2 nm
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Xataka Móvil
por
Pepu Ricca
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