Pocos placeres hay en esta vida que superen al de mojar un buen pan con abundante miga en un cuenco con aceite de oliva de calidad. Depende de la época y del punto de la montaña rusa que es el precio del aceite de oliva, es algo que podemos hacer con mayor o menor frecuencia, y para capear la situación hay almazaras que se están reimaginando. De simples naves industriales y cooperativas cerradas al público, se están transformando en museos vivos sobre el aceite, al más puro estilo de las bodegas de vino.
Es la preumificación de la nave industrial.
Montaña rusa. Hablar de aceite de oliva es hablar de España. Somos el gran motor a escala global, aportando más del 40% del aceite de oliva mundial. Tras algunas cosechas desastrosas, la de 24/25 se ha recuperado, con una producción de 1,4 millones de toneladas, y se espera similar para la 25/26.
Pese a las buenas sensaciones, sigue siendo un segmento complicado debido a que las condiciones climáticas pueden transformar fácilmente el escenario. Los precios a comienzos de 2024 se dispararon porque la cosecha previa fue azotada por la sequía, y las almazaras han empezado a tomar medidas para protegerse contra los vaivenes de precios y, sobre todo, para tener un flujo de ingresos estable durante todo el año.
Del enoturismo al oleoturismo. Si alguna vez te has preguntado por qué todo ahora es una suscripción, incluso cuando no tiene sentido, es porque las empresas buscan un flujo constante de dinero. Un solo pago grande ya no vale: quieren ingresos más repartidos, pero consistentes. Hay una cosecha de uva al año y las bodegas reaccionaron reconvirtiéndose en museos del vino. En estas visitas a bodegas vemos cómo se elabora el producto, pero además es un viaje cultural y gustativo, con catas del propio producto y de otros que “casan” bien, como el queso.
Las almazaras están haciendo exactamente lo mismo. De esas instalaciones frías e industriales, algunas están pasando a edificios de diseño que combinan la producción del aceite, la cultura del mismo y la cata. Es la búsqueda del oleoturismo mediante la preumificación de la almazara, y es algo que ha bebido de ese turismo del vino, mucho más consolidado.
De la nave industrial al museo. La idea es la de ofrecer una experiencia sensorial completa en el que haya un relato sobre el territorio en el que se encuentra, la producción del aceite, la cultura local y, evidentemente, la cata. A su vez, se pueden desarrollar rutas temáticas con queserías o bodegas, pero también con acuerdos con alojamientos rurales y restaurantes.
Estas nuevas almazaras se comportan también como un museo, ya que se exponen piezas y maquinaria histórica, así como un repaso a la tradición manufacturera del lugar. Y, claro, hay tiendas de venta directa que no sólo ofrecen el producto principal, sino cualquiera que pueda estar relacionado, como queso, aceite, dulces locales o hasta piezas cerámicas en las que guardar ese aceite.
Webs españolas de turismo ya destacan las almazaras como exponentes de turismo moderno. Hay almazaras que se reconvierten y otras más ‘boutique’ que nacen con el visitante en mente.
LA Almazara. Jaen es tierra de olivos y hay varias almazaras de este estilo, como ‘AOVEland’ en Baeza o el Museo de la Cultura del Olivo en Hacienda la Laguna. Ciudad Real es otro importante foco aceitero -con el aceite más saludable del mundo en 2024-, con ejemplos como el ‘Museo de Arte Contemporáneo Infanta Elena’ y experiencias más “a pie de olivo” que enseñan por unos 20 euros por persona las técnicas de cultivo, la producción, el paisaje y, por supuesto, una cata.
Interior de LA Almazara
Pero si hay un punto a nivel mundial que ahora mismo grite con más fuerza los términos “almazara preumificada”, ese es ‘LA Almazara LA Organic’ en Ronda. Es el mismo concepto que hemos repasado hasta ahora: un centro cultural dedicado al aceite de oliva que combina restauración, hospedaje en un cortijo y degustación, todo alrededor de lo que han denominado como “la primera almazara de autor”.
¿Los precios de esta preumificación? Concretamente, los de LA Almazara van en sintonía con otros, entre los 10-30 euros, pero con opciones de gastar… lo que quieras, con una “visita EXCLUSIVE” que cierra la almazara para ti y te lleva hasta ella en helicóptero.
Yo con ir a una y mojar un buen pan… tan feliz.
Imágenes | La Almazara, EnoturismoSpain
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La noticia
El aceite de oliva está siguiendo los pasos del vino. Y eso pasa por la preumificación de las almazaras
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Alejandro Alcolea
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