El central argentino no está en los planes de Fernando Ortiz y es uno de los primeros cuatro jugadores que dejan el Cacique para el 2026.
Colo Colo pasó la primera podadora y dejó afuera del 2026 a cuatro importantes jugadores. Tras confirmarse la continuidad de Fernando Ortiz, el entrenador pidió la salida de Sebastián Vegas, Óscar Opazo, Mauricio Isla y Emiliano Amor.
Justamente el central trasandino fue uno de los que más mensajes recibió de apoyo de los hinchas albos. Por lo mismo, decidió despedirse de los fanáticos en un evento especial que realizó en Pudahuel.
Este sábado el defensa llegó a la ceremonia organizada por Chikool Chile para compartir el último adiós con los seguidores de Colo Colo. Momento donde repasó su estadía en el Popular.
“Colo Colo me deja muchas cosas lindas. Todo fue aprendizaje y disfrute. Nos vamos como familia contentos de haber aportado un granito de arena”, lanzó al medio Cacique Pasión.

Incluso dejó la puerta abierta para volver sí o sí al Monumental. “Ojalá en un futuro nos podamos volver a ver, como técnico, director deportivo o presidente… de cualquier forma. Lo que hice hoy es solo un vuelto chiquito de todo lo que me dieron”, expresó.
Pero lo que nadie se imaginaba es que la salida de Colo Colo generó un complicado drama familiar. Esto tiene relación con el fanatismo de su hija Lolita, y que se hizo popular con su frase “Es mi Sapara”.
Por lo mismo el defensa formado en Vélez confesó que van a esperar un par de días para informarle de que ya no seguirá más en el Cacique y que se va de Chile.
“Lo más importante es la familia. Mis dos hijos crecieron viendo a Colo Colo. Lolita es hincha y todavía no le dijimos que nos vamos a ir. Creo que la va a pasar mal un poquito. Pero es cuestión de la vida”, sentenció.
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