València, 12 dic (EFE).- El exjefe de gabinete de Carlos Mazón en Presidencia de la Generalitat, José Manuel Cuenca, ha negado en su segunda comparecencia como testigo ante la jueza que investiga la gestión de la dana que los mensajes de WhatsApp que envió la tarde de las riadas a la entonces consellera Salomé Pradas fuesen instrucciones del president.
En el transcurso de su declaración de este viernes, que se ha prolongado unas cuatro horas y media, varias partes han pedido su imputación aunque la jueza, con el apoyo del fiscal, ha descartado esta posibilidad por considerar que este ex alto cargo no tuvo responsabilidad directa en la gestión de la emergencia.
La jueza ha puesto de manifiesto a Cuenca las contradicciones con relación a los mensajes aportados por Pradas y su anterior declaración como testigo, frente a lo que de nuevo ha insistido en que no supo nada del mensaje Es-Alert, enviado a los móviles de la provincia de Valencia a las 20:11 horas del 29 de octubre de 2024, y que lo que dijo a Pradas sobre el confinamiento lo trasladó a los servicios jurídicos de la Generalitat.
Pradas aportó la semana pasada al juzgado los mensajes que intercambió con Cuenca aquel día, quien a las 19:54 horas le dijo que "de confinar nada, por favor. Calma" y le insistió a las 20:25 en que se "quitase eso de la cabeza".
Sobre estos mensajes, Cuenca ha asegurado este viernes, según ha sabido EFE de fuentes conocedoras de su testifical, que "los wasaps no tienen alma", que él no tenía capacidad de dar órdenes y que "hay que contextualizar" esos mensajes.
También ha explicado que no trasladó al president la información que le dio la entonces consellera Salomé Pradas sobre el fallecimiento de una persona en Utiel a las 16:28 horas.
Cuenca ha respondido al ministerio fiscal que no trasladó esa información al president porque normalmente espera a una confirmación oficial de la Delegación del Gobierno y que no percibió "oficialidad" en el mensaje "nos informan de un fallecido en Utiel" que le envió Pradas.
Varias de las acusaciones personadas en la causa han pedido la suspensión de la declaración de Cuenca por considerar que debía ser imputado, un extremo que finalmente no han admitido ni la jueza ni el fiscal, que han rechazado esta posibilidad por considerar que Cuenca no tenía competencias en la gestión de la emergencia.
Únicamente, ha explicado la jueza, se podría considerar una imputación por falso testimonio, aunque esta posibilidad solo podría prosperar una vez concluida la causa.
Otro de los aspectos más relevantes en esta segunda declaración del exjefe de gabinete de Mazón ha sido el intenso intercambio dialéctico que ha mantenido con la jueza y varios de los letrados sobre la posibilidad de recuperar los mensajes que mantuvo con el president el día de la dana.
Inicialmente, el testigo ha insistido en que no conserva el terminal, que desde los servicios informáticos de la Generalitat le dijeron que no se podían recuperar esos mensajes y que no iba a permitir un acceso indiscriminado a su terminal para proteger a su familia.
También ha señalado en varias ocasiones que si esos mensajes eran de interés, que se pidieran directamente a Mazón.
En un momento del interrogatorio con el letrado de Acció Cultural, Manolo Mata, el testigo ha insistido en que quiere proteger a su familia, a lo que la jueza instructora ha señalado que ella también ha recibido muchas críticas por su labor y le ha advertido de que no estaba colaborando si no daba la posibilidad siquiera de elevar la consulta sobre la posibilidad de recuperar los datos a los servicios técnicos de la Generalitat.
En este punto de la declaración, Cuenca ha accedido a que se traslade dicha consulta a la Generalitat, si bien ha reclamado que, en caso de que sea posible dicha recuperación, se le consulte si quiere aportar esos mensajes a la causa.
Posteriormente, el interrogatorio se ha centrado en la supuesta orden de no molestar a Mazón que Pradas dijo en una entrevista de televisión que Cuenca le transmitió.
El exjefe de gabinete de Mazón ha explicado que no dijo taxativamente que no se molestase al president, sino que se le informase a él mientras Mazón estaba ocupado.
Por este motivo, la acusación que ejerce Acció Cultural ha solicitado un careo entre Pradas y este testigo, por considerar que ambos han expresado dos versiones distintas de lo sucedido.
A su salida del juzgado Cuenca ha reclamado protección para su familia, que ha dicho que "ha sufrido insultos y amenazas", y ha anunciado que procederá a interponer las "pertinentes denuncias". EFE
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