La nueva adaptación de 'Frankenstein' por Guillermo del Toro sorprende tanto por su ambición visual como por su mirada literaria. Alejándose de la cronología original de Mary Shelley, la película sitúa la historia en la década de 1850, unos años después de la muerte de la autora y de sus contemporáneos Percy Shelley, Lord Byron y John Polidori.
Del Toro utiliza este salto temporal para mostrar al Monstruo (Jacob Elordi) aprendiendo a leer por sí mismo, sumergiéndose en la obra completa de Percy Shelley, en lugar de la de Mary, y con ello subraya la curiosidad y sensibilidad del personaje.
El caso es que la película termina con una cita de Byron en pantalla -"Y así el corazón se romperá y, sin embargo, roto, vivirá"- que al principio provocó polémica, pero que adquiere mucho sentido si tenemos en cuenta la relación entre los personajes y los autores que inspiraron la novela: Byron como espejo de la vanidad y la pasión contenida de Victor Frankenstein, y la narrativa de Mary Shelley que guía toda la historia.
Del Toro transforma al Monstruo en un ser de extraordinaria humanidad: alto, atractivo y sensible, interpretado por Jacob Elordi, cuya curiosidad infantil y amor por la poesía lo hacen inolvidable. No es solo un monstruo; es un joven también entroncado con Byron, un personaje melancólico, romántico y con una ternura devastadora, que podría sentirse tan cómodo en un café literario como en un bosque con los animales que tanto aprecia.
Por otro lado, Victor Frankenstein (Oscar Isaac) encarna la vanidad y la desconexión moral, un adulto con problemas no resueltos y una ambición desmedida. Su incapacidad de acercarse a Elizabeth (Mia Goth) con sensibilidad lo convierte en un personaje fascinante y complejo, que contrasta con la humanidad de su creación.
La inclusión de la cita de Byron sirve para cerrar el círculo, tanto para Frankenstein como para su criatura, reflejando la fragilidad y el anhelo de ambos. Al final, la película se puede leer como una reflexión sobre los héroes y antihéroes byronianos, y cómo Mary Shelley se inspiró del entorno intelectual que le rodeaba para crear personajes que siguen siendo poderosamente contemporáneos.
El salto temporal y la reinterpretación de la obra permiten a Del Toro explorar temas como la educación, cultura y sensibilidad, mostrando a un Monstruo que aprende, siente y cuestiona su existencia mientras se relaciona con un mundo que le teme y rechaza.
La película no olvida el legado literario: más que ignorar a Mary Shelley, Del Toro la convierte en una narradora implícita, cuya visión atraviesa toda la historia. La 'Frankenstein' de Del Toro no es solo una adaptación de un clásico, es un diálogo entre poetas, personajes y un cineasta, y un homenaje a la literatura, la melancolía y la belleza del desajuste humano. La combinación de visuales impactantes, una narrativa literaria cuidada y personajes memorables hace que esta versión sea única, capaz de emocionar tanto a los fans de la novela como a quienes se acerquen por primera vez a la historia.
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El final de 'Frankenstein', explicado. Qué significa la última cita y qué relación comparte con la película de Guillermo del Toro y la obra de Mary Shelley
fue publicada originalmente en
Espinof
por
Belén Prieto
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