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La "vuelta al cole" en el sector de las telecomunicaciones es mucho más que comprar mochilas o renovar el portátil; es el momento crítico donde se decide quién gobernará el salón de casa durante la temporada de fútbol. Durante los meses de agosto y septiembre, las operadoras despliegan su artillería pesada de promociones para captar al cliente dispuesto a pagar por ver LaLiga y la Champions. Sin embargo, los datos de ganancia neta de líneas de fibra óptica (el indicador clave que suele llevar asociado el servicio de televisión) revelan que la estrategia no ha funcionado igual para todos.

Lo que está en juego aquí no es solo una cuota de mercado, sino la rentabilidad de unos derechos deportivos cada vez más costosos. Para el usuario, esto se traduce en una guerra de ofertas, pero para las compañías, el resultado de esta campaña puede definir su salud financiera del resto del año. Y el veredicto de los datos es claro: mientras Movistar ha sabido capitalizar su apuesta premium, el gigante resultante de la fusión, MasOrange, se enfrenta a una realidad incómoda justo cuando más necesitaba demostrar fortaleza.

Movistar le mete un gol a Orange

Tradicionalmente, tener "todo el fútbol" era garantía de crecimiento, pero el escenario actual demuestra que ya no basta con tener el contenido; hay que saber retener al cliente. En este duelo directo entre los dos colosos que ofrecen el deporte rey, Movistar ha arrasado a Orange. La operadora azul logró ganar cerca de 24.000 líneas de banda ancha fija entre agosto y septiembre. Aunque es cierto que su crecimiento se ha ralentizado respecto a la euforia de julio (donde creció el doble), el dato confirma que su estrategia de valor y fidelización está calando en el usuario que busca estabilidad y contenido premium.

En la otra cara de la moneda está Orange. La operadora ha cerrado la campaña de fútbol con un balance negativo preocupante: perdió unas 3.800 líneas de banda ancha en el mismo periodo. Lo alarmante no es solo el dato puntual, sino la tendencia: encadena cuatro meses consecutivos de caídas. En la práctica, esto significa que la fusión y las nuevas ofertas no están logrando frenar la fuga de clientes, incluso en la época del año donde el fútbol debería actuar como un imán potente.

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Movistar, Vodafone y O2 te regalan un móvil: el mismo gancho, pero con reglas muy distintas (y no siempre rentables)

Esta disparidad nos enseña algo importante sobre el consumidor actual: el precio sigue importando, pero la percepción de calidad y la inercia de la marca pesan mucho. Movistar ha conseguido que sus clientes "futboleros" se queden o que lleguen nuevos, mientras que MasOrange parece estar sufriendo el desgaste típico de los procesos de integración post-fusión, donde el usuario a veces percibe incertidumbre o aprovecha para buscar alternativas.

La sorpresa de Vodafone y el rodillo de Digi

Si el duelo del fútbol tiene un ganador claro, la "vuelta al cole" nos ha dejado un protagonista inesperado: Vodafone. Tras un periodo convulso y cambios en su propiedad, la operadora roja ha dado un golpe en la mesa sumando unas 16.000 líneas de banda ancha fija en estos dos meses. Es su mejor registro del año. Lo curioso es que Vodafone, que hace tiempo se bajó de la guerra por tener "todo el fútbol" a cualquier precio, ha logrado atraer a las familias y estudiantes con una propuesta más flexible. Su tendencia alcista sugiere que hay un gran mercado de usuarios que buscan buena conectividad sin la obligación de contratar paquetes deportivos caros.

Sin embargo, si hablamos de ganadores absolutos en volumen, tenemos que mirar fuera de los focos del fútbol. Digi sigue jugando en otra liga. Sin promociones para estudiantes, sin derechos de la Champions y sin campañas mediáticas masivas, el operador rumano ha disparado sus cifras sumando 114.000 líneas de fibra en agosto y septiembre.

Este fenómeno confirma una ruptura en el mercado: existe una masa crítica de usuarios (más de cien mil en solo dos meses) que prioriza el ahorro puro y duro sobre el contenido añadido. Para el bolsillo del consumidor, Digi se ha convertido en el refugio ante la inflación de las tarifas premium, demostrando que se puede crecer (y mucho) sin entrar en la subasta millonaria de los derechos televisivos.

El mercado móvil: una sangría para unos, un fortín para otros

Cuando alejamos la lupa de la fibra y miramos el mercado móvil global mediante las portabilidades acumuladas en 2025, la fotografía es aún más dramática para algunos actores. Las líneas móviles son más volátiles y reflejan mejor la satisfacción diaria del usuario. Aquí, MasOrange sufre una hemorragia masiva, acumulando una pérdida de 437.500 líneas en lo que va de año. Es una cifra difícil de digerir que obliga a la compañía a repensar su agresividad comercial o su atención al cliente.

Por su parte, Vodafone, aunque ha brillado en fibra recientemente, no consigue tapar el agujero en el móvil: pierde 135.000 líneas en el acumulado anual y mantiene una tendencia plana. En cambio, Movistar ha logrado algo difícil en el sector incumbente: crecer. Acumula 134.000 líneas móviles ganadas en 2025, acelerando su captación en los últimos meses. Esto indica que su capacidad para "empaquetar" servicios (móvil + fibra + TV) está blindando su cartera de clientes mejor que la de sus rivales.

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Y una vez más, el líder indiscutible en volumen es Digi, con más de 600.000 líneas ganadas en 2025. La conclusión es clara: el mercado español se está polarizando. O ofreces un servicio premium muy robusto (como intenta Movistar) o vas a precio de derribo (como Digi). Quedarse en tierra de nadie, como les está ocurriendo a ratos a MasOrange y Vodafone en el segmento móvil, es una estrategia peligrosa.

Los datos de esta campaña de fútbol y vuelta al cole de 2025 nos dejan una lección valiosa: el contenido es el rey, pero solo si la corona no pesa demasiado. Movistar ha demostrado que el fútbol sigue siendo un activo rentable para retener valor, mientras que a MasOrange la apuesta se le está atragantando en medio de su fusión. Pero quizás el dato más relevante de cara al futuro sea el de Vodafone y Digi: el mercado está demostrando que hay vida (y mucha rentabilidad) más allá del fútbol, y que el usuario está cada vez más dispuesto a separar su conectividad de su entretenimiento para proteger su economía doméstica.

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La noticia El fútbol le sale caro a Orange: Movistar arrasa en portabilidades y, para colmo, Vodafone resurge fue publicada originalmente en Xataka Móvil por plokiko .