¿Quieres publicar aquí?
Sólo contáctanos
El domingo recién pasado, el “viejo y querido Santa Laura”, como llamaba al estadio Julio Martínez Prádanos, abandonó la división de honor. Con una historia de 102 años, el recinto más antiguo del fútbol chileno despedía con amargura, tristeza e impotencia al equipo que, por segunda vez en su historia, descendía de categoría, y esta vez en su propio reducto.
El estadio debutó el 10 de mayo de 1923, cuando el ídolo amateur Juan Legarreta entonó la Marcha Real Española frente a la tribuna. El Santa Laura pronto se convirtió en refugio de múltiples clubes y testigo clave del surgimiento del fútbol profesional. El Fortín Rojo sobrevivió a los antiguos estadios de Carabineros, Ferroviarios e Independencia de la UC, y junto al Nacional albergó por más de seis décadas partidos semanales, incluso en jornadas dobles y triples por más de 60 años.
Pero su triste adiós es el corolario de un recinto que lleva años de abandono: poca inversión en sus baños; mala mantención de su cancha, destruida tras el rugby y resembrada con dificultades, dejando la postal de jugadores teñidos de verde por el césped pintado para disimular la realidad; problemas con las calderas que más de una vez obligaron a los jugadores a bañarse en sus casas; butacas en mal estado y cubiertas de polvo. A ello se suma el conflicto con las torres de iluminación, que debían inaugurarse a principios de año y que finalmente debutarán en la Primera B con Unión Española, lo que obligó al club a hacer de “local” en Viña del Mar, La Florida o el Estadio Nacional.
De a poco, Santa Laura vivió una “crónica de una muerte anunciada”, marcada por una gestión distante y una dudosa eficacia en la planificación. Hoy, el vetusto estadio, Monumento Nacional por ser Zona Típica, parece haberse despedido antes de que lo notáramos. En el último llanto de sus hinchas, pide un mejor trato.
Quizás el silencio de su abandono deba transformarse en un “clamor del fútbol”: Santa Laura no pertenece a nadie, sino a todos. Es un testigo vivo de la memoria del fútbol chileno.
Por Dante Figueroa, Historiador, hincha de Unión Española y vecino de Santa Laura.
¿Quieres publicar aquí?
Sólo contáctanos
completa toda los campos para contáctarnos