El obispo exiliado Silvio Báez dijo que sueña con una Nicaragua “libre” y “sin tiranos”
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El obispo exiliado Silvio Báez dijo que sueña con una Nicaragua “libre” y “sin tiranos”

Fue en alusión al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, quienes recrudecieron la persecución contra la Iglesia en los últimos años. “¡Nicaragua mía, me duele verte herida y saqueada!”, agregó el jerarca católico
El obispo auxiliar de Managua y exiliado, Silvio Báez, dijo este domingo que sueña con una Nicaragua “libre” y “sin tiranos”, en alusión a los esposos, Daniel Ortega, y Rosario Murillo, quienes lideran el país y por quienes el jerarca católico ha pedido sean procesados como responsables de violaciones y crímenes en Nicaragua desde 2018.
“¡Nicaragua mía, me duele verte herida y saqueada!”, escribió Báez, muy crítico con Ortega y Murillo, en un mensaje en sus redes sociales en ocasión del séptimo aniversario de unas manifestaciones antigubernamentales que el Ejecutivo sandinista, que mantiene se trató de un intento de golpe de Estado, neutralizó a la fuerza.
“Después de siete años de lucha, te sueño libre (Nicaragua), sin tiranos ni víctimas, como una casa grande en la que todos vivamos alegres, sin lágrimas ni sangre, en libertad y justicia, orgullosos de ser ¡nicaragüenses por gracia de Dios!”, agregó el obispo Báez, a quien el papa Francisco ordenó dejar Nicaragua en 2019 por razones de seguridad.
En abril de 2018, miles de nicaragüenses salieron a las calles a protestar por unas controvertidas reformas a la seguridad social, que, luego de la respuesta con la fuerza, se convirtieron en una exigencia de renuncia del presidente Ortega, de 79 años y en el poder desde 2007.
Las protestas dejaron al menos 355 personas muertas, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque organismos nicaragüenses elevan la cifra a 684, mientras que Ortega reconoce que fueron “más de 300” y mantiene que se trató de un intento de golpe de Estado.

En otro mensaje, divulgado el pasado viernes, el obispo Báez recordó que hace siete años, cuando estallaron las protestas, hizo un llamado a Ortega y Murillo a detener “la violencia y la represión”, que no pusieran en peligro la paz de Nicaragua, los invitó a ser sensatos, a que supieran escuchar, dialogar y a que tuvieran la madurez de rectificar “tantos errores” por el bien del país.
“Hace siete años, el 18 de abril de 2018, publiqué este tuit a las 7:47 p.m. Aunque a partir de ese momento lamentablemente se impuso la violencia y la represión, ese mismo día Nicaragua inició el camino hacia la libertad, la justicia y la democracia”, consideró el religioso, quien reside en Estados Unidos y a quien las autoridades declararon “traidor a la patria” y despojaron de su nacionalidad en febrero de 2023.
Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde hace ya siete años, que se acentuó tras las controvertidas elecciones de noviembre de 2021, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato -cuarto consecutivo-, con sus principales contendientes en prisión, a los que luego expulsó del país y los privó de su nacionalidad y de sus derechos políticos, tras acusarlos de “golpistas” y de “traidores a la patria”.

Las relaciones entre el Vaticano y Nicaragua se encuentran suspendidas y atraviesan una profunda crisis. En varias ocasiones, el papa Francisco ha denunciado el “desequilibrio” de Ortega y su régimen, calificándolo de “dictadura grosera”.
Por su parte, el dictador nicaragüense ha acusado al Vaticano de formar parte de un “conglomerado del fascismo”. Esta animosidad llevó a la disolución y expropiación de la Compañía de Jesús, la orden a la que pertenece el papa Francisco, y a la expulsión de 46 sacerdotes y obispos de Nicaragua desde 2018.
(Con información de EFE)
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