La demanda total presentada por los inversores en la última subasta del año alcanzó los 4.392 millones de euros, según informó EFECOM. Esta cifra casi duplicó el monto ofrecido por el Tesoro Público español, reflejando el interés del mercado por las letras a corto plazo, en una jornada donde se elevaron los intereses marginales tanto a tres como a nueve meses, estableciendo máximos que no se veían desde los primeros meses del año. La subasta representó el cierre del calendario oficial de pujas para 2025, ya que la siguiente, originalmente programada para el 11 de diciembre y centrada en bonos y obligaciones, fue finalmente cancelada.
Durante la jornada, el Tesoro adjudicó 2.252 millones de euros en letras, dividiendo el total entre dos plazos principales. De acuerdo con datos reportados por EFECOM, la mayor parte recayó en letras a nueve meses, con 1.436 millones de euros colocados. Estos títulos registraron un interés marginal del 2,016 %, por encima del 1,976 % aplicado en la subasta anterior, lo que representa el nivel más alto para este plazo desde el mes de marzo.
En cuanto a las letras a tres meses, la colocación ascendió a 816 millones de euros. El rendimiento marginal fijado en este caso fue del 1,999 %, también en ascenso respecto al 1,926 % alcanzado en la subasta previa de noviembre. Según detalló EFECOM, este incremento situó el rendimiento de las letras a tres meses en su punto más alto desde abril.
El elevado volumen de solicitudes por parte de los inversores, que totalizó 4.392 millones de euros, frente a los 2.252 millones finalmente adjudicados, generó una ratio de cobertura de 1,9 veces. Dicho indicador refleja el contraste entre el importe demandado y el efectivamente vendido, evidenciando una fuerte competencia entre quienes buscaban adquirir estos productos del Tesoro.
El objetivo que el Tesoro Público se había fijado para esta convocatoria oscilaba entre los 1.500 y los 2.500 millones de euros, cifra que fue cubierta cómodamente gracias al apetito del mercado, detalla EFECOM.
Con la celebración de esta subasta, el Tesoro cerró formalmente las operaciones de emisión de deuda para el año 2025. Aunque estaba prevista una última convocatoria para el 11 de diciembre, centrada en bonos y obligaciones, la entidad decidió no convocarla, tal como mencionó EFECOM.
A lo largo del año, las subastas del Tesoro han recogido diferentes tendencias por parte de los inversores, dependiendo de la evolución de la política monetaria europea y las condiciones macroeconómicas. En esta última convocatoria, la subida de las rentabilidades marginares en ambos plazos sugiere una adaptación a las circunstancias actuales del mercado y la valoración de los inversores respecto a la evolución de los tipos de interés en la eurozona.
En resumen, el cierre del calendario oficial de pujas del Tesoro para 2025 concluyó con una alta demanda y un repunte en los intereses marginales de las letras a corto plazo, quedando cancelada la última subasta de bonos y obligaciones inicialmente planificada para diciembre, según lo reportado por EFECOM.
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