Empatía, amabilidad y otros rasgos de personalidad de quienes siempre acarician a los perros
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Empatía, amabilidad y otros rasgos de personalidad de quienes siempre acarician a los perros

Muchas veces, este tipo de comportamiento revela además una conexión emocional con la naturaleza y un deseo de establecer vínculos seguros, simples y sinceros
Es común ver en la calle, en los parques o incluso en centros comerciales a personas que no pueden resistirse a acariciar a un perro, ya sea propio o ajeno. Algunas se detienen a saludar a los animales con una sonrisa, otras les hablan con ternura e incluso se agachan para brindarles cariño con caricias o palabras suaves.
Según una encuesta de 2023 realizada por la empresa de investigación de mercados GfK para la Asociación Peruana de Protección a los Animales (ASPPA), aproximadamente 7 de cada 10 hogares peruanos tienen al menos un perro como mascota, lo que evidencia la fuerte conexión entre los peruanos y estos animales y las caricias son un ejemplo de ello. Esta conducta, que para muchos parece una simple muestra de afecto, puede revelar aspectos profundos de la personalidad de quienes la practican con frecuencia.
Desde la psicología, se sabe que nuestras acciones cotidianas reflejan rasgos emocionales y sociales. En el caso de quienes acarician perros constantemente, esta conducta está fuertemente relacionada con la empatía, la amabilidad y otros aspectos positivos de la personalidad. Además, el contacto físico con los animales tiene beneficios demostrados para la salud mental y emocional, lo que hace que esta conexión entre humanos y perros sea mucho más significativa de lo que aparenta.
Rasgos de personalidad de quienes siempre acarician a los perros
Las personas que muestran un interés espontáneo por acariciar perros suelen destacar por tener una personalidad empática y amable. La empatía, entendida como la capacidad de ponerse en el lugar del otro y comprender sus emociones, se manifiesta claramente en quienes se sienten naturalmente atraídos por el bienestar de los animales. Estas personas perciben a los perros como seres con sentimientos, merecedores de cariño, respeto y cuidado.

Además, es frecuente que estas personas tengan una alta puntuación en el rasgo de amabilidad dentro de los llamados “Cinco Grandes Rasgos de Personalidad” (el modelo de los Big Five). La amabilidad está relacionada con la cooperación, la compasión y la disposición a ayudar, no solo a los humanos, sino también a los animales. Quienes acarician perros con frecuencia tienden a tener un carácter cálido, accesible y generoso.
También puede existir una tendencia hacia la apertura a nuevas experiencias, ya que no temen acercarse a un perro desconocido, explorar nuevas formas de vincularse o dejarse sorprender por la interacción espontánea con un ser vivo. Muchas veces, este tipo de comportamiento revela además una conexión emocional con la naturaleza y un deseo de establecer vínculos seguros, simples y sinceros.
Beneficios de acariciar a los perros para la salud mental
Desde el punto de vista de la salud mental, acariciar perros tiene múltiples beneficios. El contacto físico con un animal genera la liberación de oxitocina, conocida como la hormona del bienestar, que reduce el estrés, mejora el estado de ánimo y fortalece el vínculo emocional. Asimismo, disminuyen los niveles de cortisol, la hormona relacionada no solo con el estrés sino también con la ansiedad.

Acariciar un perro también puede ayudar a regular emociones en momentos de tensión, tristeza o ansiedad. Muchas personas encuentran en esta acción una forma de calmarse, centrarse en el presente y reconectarse con una sensación de calma y ternura. Además, esta interacción mejora el sentido de pertenencia y conexión, ya que el vínculo con los animales puede suplir, en parte, la necesidad de afecto o compañía en personas que se sienten solas o emocionalmente aisladas.
Consejos para acariciar a los perros
Aunque acariciar a los perros es una muestra de cariño, es importante hacerlo con respeto y precaución, especialmente si el animal no es propio. Aquí algunos consejos:
- Pide permiso al dueño si el perro no es tuyo. No todos los animales están entrenados para interactuar con extraños.
- Observa el lenguaje corporal del perro, si mueve la cola de forma relajada, se acerca a ti o baja la cabeza, probablemente se siente cómodo. Si gruñe, ladra o se aleja, es mejor no insistir.
- Evita tocar áreas sensibles como la cara, las patas o la cola si no conoces al perro. Empieza acariciando suavemente el lomo o detrás de las orejas.
- Sé delicado y tranquilo porque los movimientos bruscos o voces fuertes pueden asustar al animal.
- Respeta su espacio, así como las personas, los perros también necesitan momentos de tranquilidad.
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