En una extensa entrevista con Redgol, el Fantasma Figueroa detalló su trabajo en Nicaragua y asegura que podría hacer un buen trabajo con la nueva generación del fútbol chileno.
La selección chilena busca un entrenador para su próximo proceso. Un candidato natural es Manuel Pellegrini, quien señala que le gustaría entrenar a la Roja, aunque al mismo tiempo renueva con el Betis.
No es el único técnico nacional que aparece en escena. Carlos Caszely le señaló a Redgol que le gustaría que fuera Marco Antonio Figueroa el técnico de Chile para el próximo proceso, tras una campaña de casi cuatro años en Nicaragua.
El Fantasma concedió una entrevista a Redgol para conversar sobre el trabajo realizado en Centroamérica y señalar que efectivamente sueña con ser algún día entrenador de la selección, esgrimiendo razones emocionales y laborales.
“Estoy recién llegando a Morelia, donde vivo hace más de 35 años. De acá me muevo para todos lados a mis trabajos. Estuve casi cuatro años en Nicaragua, donde tuve un aprendizaje enorme, por lo que agradezco a la Federación, a la Liga, a los directivos, jugadores y a la gente, además del jefe que fue una persona importante. No la nombro, pero sabe quién es”, comienza señalando.

-¿Cómo considera su paso por Nicaragua en estos años?
Fue un buen ciclo. cuando empezamos el 2022 hicimos microciclos, giras a México con la Sub 23. Desde ahí tuve yo la base que terminó jugando las eliminatorias. Hicimos partidos internacionales de gran calibre: jugamos con Paraguay, Ghana, España, Qatar, Perú, Irán, Uruguay. Fue un proceso de mucho aprendizaje, de que conozcan la metodología, la disciplina.
-¿Usted hizo algún cambio grande, dejó un legado?
Mira, en Nicaragua solamente los equipos grandes tenían preparador físico, pero no todos los clubes los tenían. Luego los incorporaron y empezaron a crecer como clubes, eso nos dio la opción de tener mejores jugadores. Terminamos jugando con un promedio de edad de 27 años.
–¿Qué le faltó para pelear la clasificación al Mundial?
Tuvimos muchos lesionados, que fueron operados. En los últimos partidos habían jugadores fundamentales afuera. Eran titulares siempre. Y lo otro es que nos costó mucho emparejarle a las islas como Surinam, Haití, Curazao, Guadalupe. Pero por primera vez en 60 años se le ganó a Honduras, empatamos con Costa Rica con 10 jugadores. Fue acorde a lo que buscaba la gente.
-¿Por qué dice que cuesta emparejarle a estas islas caribeñas que han emergido?
Queríamos colarnos en el repechaje, pero era difícil jugar contra Haití, Honduras y Costa Rica, tocó un grupo muy pesado. De hecho nadie pensaba que Haití clasificaba, pero tienen algo que no teníamos: juegan holandeses y franceses. Haití ante nosotros jugó solamente con 5 jugadores nacidos en Haití, el DT no conoce Haití. Ahí te das cuenta que son franceses y holandeses. Tenemos una desventaja grande en ese momento.
–¿Cómo quedó su nombre en Nicaragua?
Costó que la prensa de Nicaragua entendiera lo que era el fútbol a nivel internacional. Nunca daban algo por bueno, siempre cuestionaban. Ahora no puedo hablar de la prensa en general, porque puedes ser periodista con un teléfono y nada les gustaba, todo lo reprochaban. Pero yo me vine agradecido de lo que hice, lo que logramos y sé que quedará para la historia. Sólo perdí 6 partidos oficiales. Pero ellos dicen que perdí 17 partidos, porque cuentan que perdí con Perú, Uruguay, partidos que nunca imaginaron que iban a jugar. Sirvió para el crecimiento de los muchachos gracias al apoyo del jefe y la Federación, que consiguieron esos partidos.
-¿Fue despedido de Nicaragua o salió por la puerta ancha?
En algunas notas dicen “echaron al Fantasma”, pero no es así. Terminó mi contrato y no lo renové por mutuo acuerdo con la directiva, tras una comida, en la que hubo palabras de agradecimiento que casi me hacen llorar.
-La selección chilena busca entrenador y Carlos Caszely ha planteado su nombre para la Roja. ¿Cómo toma ese reconocimiento?
De quien viene, de un ídolo que veía jugar cuando yo era chico, como Carlos Caszely. Es y será para siempre mi ídolo, como Elías Figueroa, Quintano y jugadores de esa época. Cómo no me va a dar orgullo que digan que puedo ayudar al país.
–¿Siente que podría ser un aporte para el fútbol chileno?
Claro que lo puedo hacer. Hace tiempo los medios, los directivos y los que manejan el fútbol chileno no se dan una vuelta para conocer mi metodología, cómo trabaja Marco Antonio Figueroa, cuánto hemos avanzado en la metodología. Creamos una forma de entrenar y dirigir, de disciplina en el camarín, que hoy se ve en pocos equipos de fútbol. Si me dices que encontraste a un jugador de la selección de Nicaragua con los pelos pintados, ese mismo día yo renunciaba. O que hubo una falta de respeto o indisciplina, porque nunca pasó.
-¿Hay una evolución en su manera de entrenar?
Ha cambiado la forma de dirigir. Ya no es solamente un resultado, ahora es la forma de cómo quieres jugar y eso es lo que he pregonado siempre, que sigo cultivando día a día. El de ir a buscar los partidos, si te hacen cuatro goles ir a meter cinco.
-¿Cómo vislumbra hoy al fútbol chileno?
Hay que darle vida a una generación como la chilena, que debe salir. Hay jóvenes que se preocupan más de las redes sociales, el tatuaje y el pelo que de ser disciplinado y crecer como futbolista. Cuando Chile tenga a alguien que se preocupe de eso, puede crecer mucho. Pero siempre volteamos a mirar a otros lados, a los que te salen casi gratis y así se pierden años de trabajo, de dar la posibilidad de pelear.
-De quién es la mayor responsabilidad de esta crisis: ¿jugadores, entrenadores o dirigentes?
Eran 6 cupos y medio para ir al Mundial y fuimos últimos. Si dices que estamos mal los técnicos o jugadores chilenos, te equivocaste, porque no llevaste nunca uno chileno, llevaste siempre uno extranjero. Y ojo que no tengo nada en contra de ellos. Pero en los últimos ocho años han llegado entrenadores a armar currículum, no llegan a enseñar. La mayoría al ratito se largan, se van. El aprendizaje no lo estamos teniendo. Por eso defiendo a los entrenadores chilenos que han tenido trabajo, que han hecho cosas, eso es importante para nuestro país. Que no volteen para otro lado.
-Siendo sincero y sin que suene a que usted quiere candidatearse, ¿le interesa ir a la selección chilena?
Sería como culminar algo en mi carrera y demostrar que no todo lo de afuera es mejor. Ya tengo más de 25 años dirigiendo, he aprendido muchas cosas, he estudiado muchas cosas. Cuando escucho que dicen que Chile debe jugar como Sampaoli o Bielsa está mal. Ya no están esos jugadores. Ninguno de ellos juega a la velocidad que tuvieron, por lo que hay que crear jugadores con esa velocidad, crear esa presión de 3/4 de campo hacia arriba. El fútbol cambió, es más físico que futbolístico y eso en Centroamérica lo demostraron las islas como Curazao y Haití.

-También dijeron en México que usted puede ser gerente deportivo de Morelia, ¿es efectivo eso?
Tuve una conversación con ellos antes de la Fecha FIFA de noviembre. Quieren que me haga cargo del proyecto, tenemos la charla pendiente, pero creo que estoy joven porque tengo sueños y retos.
-Vuelvo a repetirle: ¿ese sueño siempre apunta a entrenar a la selección chilena?
Ojalá pueda culminar algún día con la casaca Roja, es la ilusión de todo técnico chileno. Tener la confianza de la gente, el espaldarazo que necesitamos los técnicos chilenos. Ningún técnico (extranjero) se irá a parar al Santa Laura, al estadio de la Católica, a ver a la U o Colo Colo, ir al sur o a ver a O’Higgins para conversar con técnicos y jugadores. No lo hacen. En cambio nosotros sí estamos dispuestos a eso, no cuesta nada. Le diste tres o cuatro años a gente que no dejó nada, los chilenos podemos dar algo más satisfactorio.
-¿En lo inmediato qué viene para el Fantasma? ¿Qué hace si lo llama un club de Chile?
Quiero descansar un poco, aprovechar a la familia, pasar Navidad con ellos y ver cuál es la mejor opción, ver lo que quiero porque me dijeron que hay un par de opciones en Centroamérica. Me gusta el día a día de un club, no sé si quiero seguir en una selección.
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