El Dicasterio para la Doctrina de la Fe le dio la razón al sacerdote y declaró no haber llegado a una "suficiente certeza moral" sobre la comisión de los delitos denunciados. La decisión tomada en Roma es inapelable.
¿Quieres publicar aquí?
Sólo contáctanos
completa toda los campos para contáctarnos