La promesa de la DGT para la seguridad vial del futuro se basaba en una nube robusta: la DGT 3.0. Sin embargo, una investigación técnica destapada por Banda Ancha ha revelado que los cimientos de la infraestructura no son tan sólidos como pensábamos. El dominio de internet que actúa como puerta de entrada para los datos que envían las balizas v16 no es propiedad del Ministerio del Interior ni de la DGT. Según los registros oficiales, pertenece a un ciudadano particular.
Una arquitectura oculta. Para entender la gravedad del hallazgo, hay que comprender cómo viajan los datos de las balizas v16 a la DGT 3.0. Cuando enciendes una baliza, esta no llama a la DGT: utilizando redes IoT, la baliza se comunica primero con la nube del fabricante (llamado "protocolo A") enviando una serie de datos.
Es aquí donde reside el primer riesgo del sistema: la normativa obliga a que cada marca mantenga su propio servidor activo durante 12 años. Si una de las muchas marcas low cost que han surgido cierra, sus balizas se convertirán en un dispositivo inservible, incapaz de enviar la señal.
Eslabón perdido. Una vez los datos llegan al servidor del fabricante, este debe reenviarlos a la DGT mediante el "protocolo B". La documentación técnica oficial obliga a enviar los eventos registrados a una URL específica: https://pre.cmobility30.es/v16/. Al tirar del hilo de ese dominio, BandaAncha descubrió que la titularidad recae sobre una persona física anónima.
Esto implica que un activo crítico para la seguridad nacional depende administrativamente de un particular que podría no renovar el dominio, configurarlo mal o cederlo. Si sucediese, el flujo de información de todas las balizas v16 obligatorias se cortaría en su paso hacia la plataforma de la DGT.
Una grieta en el discurso de la privacidad. Hace apenas unos días, la AEPD tuvo que publicar una nota aclaratoria para desmentir que las balizas sirviesen como sistema de vigilancia, insistiendo en que el sistema es anónimo y seguro.
No obstante, saber que la infraestructura técnica descansa sobre este dominio parece contradecir la imagen de control que la administración quiere proyectar. Si bien la DGT asegura que no hay geolocalización permanente, se abren interrogantes sobre quién tiene realmente las llaves del sistema.
Improvisación hasta el final. El organismo no ha respondido la las peticiones de información sobre por qué este dominio no está bajo custodia gubernamental. El silencio se suma a una gestión de la transición que la propia DGT reconoció como deficiente hace una semana. Entre la falta de comunicación a los conductores y ahora la revelación de una infraestructura externalizada, la obligatoriedad de 2026 se acerca algunas sombras.
Imagen de portada | Generada por Pepu Ricca (Nano Banana) para Xataka Móvil
En Xataka Móvil | Han analizado la intensidad luminosa de las balizas V16 homologadas más populares y sorprende cuántas aprueban por los pelos
-
La noticia
Han investigado a dónde envían los datos las balizas V16. La sorpresa es que el dominio no es de la DGT, es de un particular
fue publicada originalmente en
Xataka Móvil
por
Pepu Ricca
.
completa toda los campos para contáctarnos