Internet está lleno de reglas de oro para tener la 'eterna juventud', siendo este el santo grial que muchos querrían tener ahora mismo entre sus manos. Entre estos consejos, hay varios que pueden rechinar bastante, como por ejemplo que no hay que dormir apoyado en el lado que se está arrugando. Pero... ¿qué de verdad tiene esto?
Los beneficios de dormir bien. La postura en la que se duerme es fundamental para tener un buen descanso. Porque no es lo mismo dormir boca abajo que del lado izquierdo. En el primer caso, las cervicales pueden sufrir bastante y en el segundo el odiado reflujo gástrico se puede ver reducido.
Pero ahora entra en juego en que dormir de un lado o de otro puede provocar que haya más arrugas en la cara por la odiada gravedad que genera un efecto mecánico que provoca que la cara caiga y las arrugas aparezcan. Pero la ciencia discrepa en este caso y echan la culpa más a la biología con el cortisol y el colágeno.
El mito de las 'Sleep Wrinkles'. La teoría parece lógica: si pasas 8 horas aplastando tu cara contra una almohada, esa compresión mecánica debería dejar huella. Se habla a menudo de las "arrugas del sueño" (sleep wrinkles), que, a diferencia de las arrugas de expresión, causadas por sonreír o fruncir el ceño, serían causadas por el hecho de tener la cara contra la almohada.
Es algo que defienden algunos expertos como los de The Aesthetic Society, que sugieren que dormir boca abajo o de lado favorece la aparición de lineas verticales por esta presión crónica.
Otras opiniones. La evidencia clínica es bastante limitada en este caso, ya que muchas de las afirmaciones que defienden este mito vienen del campo de la cirugía estética y con grupos de personas muy limitadas. Incluso hay artículos que apuntan a que no hay una relación clara entre dormir de cierta manera y tener más arrugas.
El consenso ahora mismo está en que dormir boca arriba podría reducir teóricamente la formación de las líneas de compresión. Pero obsesionarse con esto no es lo mejor, ya que si tener esta postura es incómoda y la calidad del sueño disminuye, entonces el peso biológico que va a suponer supondrá una gran repercusión para las arrugas.
La verdadera amenaza. Aquí es donde la ciencia deja de ser especulativa y se vuelve tajante. Si hay algo que envejece tu piel, no es la almohada, es la privación de sueño. Cuando se duerme poco, el cuerpo entra en un estado de estrés fisiológico, elevando los niveles del odiado cortisol, la hormona del estrés.
Y el cortisol elevado es el gran enemigo de la juventud de nuestra piel. Esto se debe a que puede inhibir a las células que fabrican el colágeno (andamio de la piel), hace que la piel sea menos elástica y aumenta las metaloproteinasas. Esta palabra, tan larga, no es más que una enzima que rompe ese colágeno tan fundamental que tenemos en nuestra piel y que la mantiene firme. Si no lo producimos o lo destruimos, las arrugas ahí aparecerán.
Con datos. Un estudio clínico clave presentado en ScienceDaily mostró resultados contundentes: las personas con mala calidad de sueño crónica presentaban signos clínicos de envejecimiento acelerado con arrugas finas, pigmentación desigual y flacidez.
Pero lo más importante es que si a todos estos factores se sumaba también la radiación UV de la luz del Sol, la recuperación de la piel iba a peor. Y aquí es donde entraba la necesidad de contar con protección solar al salir a la calle.
Imágenes | Katelyn G Isabella Fischer
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La noticia
Hay gente que cree que dormir de lado o boca abajo crea "arrugas del sueño" en la cara. Es exactamente al contrario
fue publicada originalmente en
Xataka
por
José A. Lizana
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