Tras el éxito de 'Zootrópolis' (2016), Disney regresa al mundo donde depredadores y presas conviven en una compleja metrópolis que refleja, con humor y sensibilidad, muchos de los dilemas de nuestra propia sociedad. En 'Zootrópolis 2', Judy Hopps y Nick Wilde vuelven a unirse para resolver un nuevo caso que pondrá a prueba no solo sus habilidades como policías, sino también su amistad y su visión del mundo. La secuela se adentra en territorios más amplios y ambiciosos: introduce nuevos distritos, nuevas especies -incluyendo animales marinos y reptiles- y nuevas tensiones sociales que obligan a los personajes a replantearse qué significa vivir en una comunidad diversa.
Desde Espinof hemos podido hablar con Jared Bush -director y guionista de la película- reflexiona sobre el desafío de abordar temas como la discriminación, el miedo a lo diferente y la convivencia en una historia pensada para todos los públicos. También habla de la construcción del universo animal de 'Zootrópolis', de la importancia de los personajes y de cómo una simple conversación puede convertirse en la escena más poderosa de toda la película.
Espinof: 'Zootrópolis 2' habla abiertamente de discriminación e incluso de racismo, si lo pensamos. ¿Cuál fue el mayor desafío que se os presentó al decidir abordar estos temas?
Jared Bush: Creo que en las historias de Disney Animation siempre intentamos llevar a la audiencia a lugares nuevos en los que quieran quedarse, pero también contar relatos que resuenen con la gente y los inviten a pensar. Más de 700 personas trabajaron en esta película y todos querían asegurarse de que realmente importara.
Tuvimos muchas conversaciones al empezar porque no queríamos transmitir un "gran mensaje" de forma evidente, pero sí hablar de aspectos de la naturaleza humana. Ese es el poder del mundo de 'Zootrópolis': te permite sostener un espejo y decir "mira, aquí hay algo en lo que vale la pena pensar".
La mejor forma de hacerlo fue a través de las relaciones, especialmente entre Judy y Nick. Son muy distintos y verlos empujar y adaptarse a esas diferencias es algo que esperamos que conecte con el público.
E: Durante el proceso creativo de la secuela, ¿cómo ha sido el hecho de representar el mundo animal sin hacer de las experiencias humanas que inspiran a esto personajes algo trivial?
JB: Me encantan los animales; soy un fanático absoluto. Durante la producción teníamos animales entrando al edificio: pájaros, puercoespines, gatos, reptiles… También visitamos zoológicos, viajamos a África y los observamos en su entorno natural. Para mí, ese es mi lugar feliz.
En 'Zootrópolis 2' exploramos un equilibrio especial entre lo animal y lo humano. Queríamos que cada especie se sintiera auténtica sin perder aquello que habla de nuestra propia naturaleza. Esto fue aún más evidente al introducir animales marinos y semiacuáticos: su "ratio" entre animalidad y humanidad es distinto, así que tuvimos que ajustarlo para que siguieran siendo reconocibles y creíbles.
E: El cine familiar suele evitar hablar de ciertos temas por ser demasiado sensibles para los niños. ¿Cómo has conseguido encontrar el equilibrio y el tono adecuados sin perder autenticidad?
JB: Es fundamental. Como padre de tres hijos, paso mucho tiempo observando lo que les interesa y lo inteligentes que son los espectadores jóvenes. A menudo subestimamos lo atentos y perceptivos que pueden ser.
Nunca queremos hablarle “por encima” o de forma dogmática al público, pero sí buscamos que los temas sean comprensibles. Lo que pretendemos no es dar una lección, sino plantear preguntas. Lo ideal es que, al salir del cine, quieran seguir reflexionando.
E: ¿Qué mensaje espera que tanto los niños como los adultos extraigan de la película después de verla?
JB: La esperanza es que el mensaje sea el mismo, aunque lo recibirán de maneras diferentes. Los niños quizá no entiendan todas las complejidades, pero sí captan el viaje emocional y conceptos simples como el miedo a lo diferente. Los adultos pueden leerlo desde una perspectiva más social o política. El debate puede ser distinto, pero el núcleo es el mismo.
E: ¿Qué lecciones de películas como 'Vaiana' o 'Encanto' -que también tratan sobre la identidad y la cultura- incorporaste en esta historia centrada en el prejuicio y la convivencia?
JB: Muchas. Hay referencias a nuestros trabajos en 'Vaiana', 'Encanto' y otras producciones, y varios miembros de aquellos equipos regresaron para colaborar. Pero lo más importante que he aprendido en Disney es que los personajes deben ir primero. Es fácil perderse en un mundo lleno de elementos brillantes, pero sin personajes fuertes no hay emoción.
E: Vivimos en sociedades cada vez más diversas. ¿Cómo ha sido trasladar esa complejidad a la película sin simplificarla?
JB: Percibir diferencias es parte de la naturaleza humana, y queríamos abordarlo directamente. Nick y Judy son un gran ejemplo: pertenecen a especies distintas, vienen de familias muy diferentes, y su visión del mundo también es opuesta. Nick es más pesimista; Judy cree que con esfuerzo se puede cambiar las cosas.
La escena más importante -y mi favorita- es una conversación honesta y vulnerable entre ellos. Es sencilla, solo dos personajes hablando, pero representa la solución real a muchas de nuestras diferencias: comunicarnos. A veces es tan simple como eso.
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La noticia
Jared Bush, director de 'Zootrópolis 2', sobre cómo vivir en sociedades cada vez más diversas: "La solución real a las diferencias es comunicarnos"
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Espinof
por
Belén Prieto
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