La CGT marchó casi a reglamento, con menos gente que la esperada y algunos guiños al Gobierno
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La CGT marchó casi a reglamento, con menos gente que la esperada y algunos guiños al Gobierno

Fue dispar el balance cegetista en la movilización por San Cayetano. Su cúpula estuvo 3 horas en el lugar y difundió un comunicado con mensajes cruzados. Hugo Moyano, la nota destacada
Antes de la marcha de San Cayetano, en laCGThabía entusiasmopor la posibilidad de protestar en la calle contra el Gobierno y algunos dirigentes coincidían en un pronóstico con tono de advertencia:“Vamos a mover a toda nuestra gente”.Sin embargo, la postal que dejó la movilización del 7 de agosto no estuvo a tono con ese vaticinio.Hubo mucha gente, pero no fue la cantidad esperada.Y sólo unpuñadode sindicatos que pertenecen a la CGT se destacó por el número de manifestantes.
Sin embargo, para la cúpula cegetista el balance fuepositivo.En diálogo conInfobae,uno de sus líderes dijo:“Cumplimos lo que nos habíamos propuesto.No era nuestra marcha, sino que nos sumamos a la que organizaron los movimientos sociales. Perofuimos todos los que teníamos que ir, llevamos mucha gente y sacamos un documento para fijar nuestra posición".
Lo cierto es que la participación de la CGT se fuedeshilachandocon el correr de los días. La propuesta de adherir a la marcha fue aprobada el 21 de julio por la mesa chica ampliada, pero, en el fondo, se pareció más a un recurso paracontener a los sectores durosque presionaban porotro paro generalcontra el Gobierno.

Al comienzo, la expectativa era que los sindicatos enviaran manifestantes para que marcharandesde Linierscon los movimientos sociales, que organizan esta movilización a partir de 2016 para reclamar por más trabajo, pero luego hubo unviraje:la CGT se concentraría en Diagonal Sur y Perú paracaminar una cuadra a Plaza de Mayo.
El cambio se produjo, como anticipóInfobae,por el temor de que algunos sectores radicalizadosincreparana la dirigencia de la CGT para exigirle un paro nacional.
Aún está fresco eltraumático recuerdode lo que sucedió en marzo de 2017, durante el gobierno de Mauricio Macri, cuando la conducción cegetista de entonces (casi igual a la de hoy) realizó un acto de protesta yno precisócuándo haría una huelga general, lo que provocó lareacciónde un grupo que reclamó que lepusieran fechaal paro e increpó al triunvirato que lideraba la CGT (Héctor Daer, de Sanidad; Carlos Acuña, de estaciones de servicio, y Juan Carlos Schmid, de Dragado y Balizamiento), que tuvo que bajarse del palco entreinsultos y empujonesde la gente para refugiarse en el Sindicato de Comercio. En los incidentesse robaron el atrilcon el logo de la CGT.

Ahora, algunos sindicalistas temían laexplosivacombinación que se iba a dar en la calle de sectores críticos y hostiles hacia la CGT comoLa Cámpora, gremios combativosyexpresiones de izquierda.
Por eso pasaron de la idea inicial de caminar15 kilómetrosentre Liniers y Plaza de Mayo a recorrer100 metroshasta donde finalizaría la marcha. Para tener mayores garantías, incluso, los dirigentes de la CGTsólo estuvieron 2 o 3 horas,se acomodaron sobre la calle Hipólito Yrigoyen,cediendo la ubicación principal del acto,y se retiraronantesde que se leyera el documento.
Esa declaración incluyóduras críticas a las políticas del Gobierno y al estilo presidencial,como cuando señala que “la descalificación, el agravio y la violencia verbal son incompatibles con la democracia y el necesario debate de ideas”. Pero el texto también tieneguiñosa la administración libertaria con apelaciones aldiálogo y la búsqueda de consensos(a lo que apuestan los líderes cegetistas al participar del Consejo de Mayo).

“Creemos en el diálogo social como herramienta clave y eje central en la búsqueda de consensosque posibiliten la puesta en marcha de políticas superadoras para dejar atrás una crisis que venimos soportando desde hace años y que golpea inequitativamente a la gran mayoría de nuestra sociedad”, afirma el documento, que seguramenteno conformóal ala dura de la CGT, que no quiere dialogar con el Gobierno y busca desgastarlo a fuerza de paros.
Entre quienes redactaron el texto figuraGerardo Martínez(UOCRA), del ala dialoguista de la CGT, miembro del Consejo de Mayo y partidario de negociar con Milei para impedir que se avance con unareforma laboralque pondría en peligro al sindicalismo, entre otros puntos.
Más allá de estos matices, lo que mostró la CGT en la calle este jueves fue un muestrario dedatos sugestivos.
Algunos de los sindicatos que llevaron más gente fueronCamioneros, UOCRA, UPCN, UDAy los integrantes de laConfederación Argentina de Trabajadores del Transporte(CATT),encabezados por Juan Carlos Schmid y Juan Pablo Brey,junto aATEy los miembros delultraopositorFrente de Lucha por la Soberanía, el Trabajo Digno y los Salarios Justos, entre otros. Pero, como se preveía, impactó la capacidad de movilización de laUnión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP),el gremio de los movimientos sociales que lidera Alejandro Gramajo y que organizó la marcha.

En materia de concurrencia de dirigentes, hubofalta con avisodel cotitular de la CGT,Héctor Daer,que este mismo 7 de agosto tuvo comicios en su sindicato, ATSA Buenos Aires, donde no compitió por una nueva reelección.
En la columna principal de la CGT hubo sindicalistas de perfil más bajo que pasaron a una ubicación destacada, comoCristian Jerónimo(vidrio),Maia Volcovinsky(judiciales) yJorge Sola(seguro), cuyos nombres, casualmente (o no), circulan como posibles miembros deltriunviratocegetista que se elegiría en el congreso de renovación de autoridades, en noviembre próximo.
Otros dirigentes en primera fila fueronAndrés Rodríguez(UPCN),Sergio Romero(UDA),Julio Piumato(judiciales),Omar Plaini(canillitas,Hugo Benítez(textiles),Daniel Ricci(FEDUN),, José Ibarra(taxistas),Pablo Flores(AFIP) y el ministro de Trabajo bonaerense,Walter Correa,que proviene del gremio de curtidores.

La nota destacada la dioHugo Moyano,por primera vez en mucho tiempo en lacolumna principalde la CGT, flanqueado porGerardo Martínezy porOctavio Argüello(Camioneros), el único cotitular cegetista presente en la marcha (además de Daer, tampoco estuvo Carlos Acuña). Detrás del líder sindical estuvo en todo momento su hijo menor,Jerónimo,mencionado como el candidato de Camioneros para la Secretaría de la Juventud de la CGT.
A quien nadie vio en la marcha es aPablo Moyano,quien había convocado a movilizarse desde un video con ruido ambiente de unacancha de fútboly vestido con unacamperaque lleva el escudo del club Camioneros, del que es presidente. ¿No habrá queridocruzarsecon su padre, con quien está peleado? ¿O estará concentrado en el partido que su equipo jugará el sábado con Deportivo Paraguayo por el torneo de la Primera C?
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