La reciente exclusión de Kutxa Fundazioa del grupo inversor que negocia la compra de la división tecnológica de Ayesa llevó a que la Fundación Vital, con sede en Álava, considere sumarse al consorcio que impulsa la adquisición, confirmaron fuentes de la entidad bancaria a EFECOM. La noticia se conoce tras una operación similar en la que Vital participó en la compra de Talgo, empresa cuya principal planta de producción se encuentra en Álava.
Según informó EFECOM, la negativa de Kutxa Fundazioa a integrarse al consorcio de compradores deja a Vital evaluando bajo qué condiciones podría adherirse a la iniciativa, la cual también involucra al Gobierno Vasco, la Fundación BBK, el fondo Indar –creado por Kutxabank– y la empresa Teknei como socio industrial. Este grupo obtuvo la adjudicación para adquirir el área tecnológica de Ayesa, previamente conocida como Ibermática, después de un proceso competitivo.
El medio EFECOM detalló que la opción de Vital de unirse al consorcio reproduce el patrón de su actuación en la operación reciente sobre Talgo. En ese caso, la vinculación de Vital estuvo relacionada con la importancia de Talgo en Álava, donde se ubica la principal fábrica de la empresa. La situación con Ayesa presenta una diferencia significativa, ya que la presencia de la compañía tecnológica en Vitoria se limita a unos 170 empleados de un total de 2.000 que tiene en todo el País Vasco, lo que influye en el análisis estratégico de la fundación alavesa.
Según publicó EFECOM, la composición original del consorcio excluye definitivamente a Kutxa Fundazioa, histórica representante bancaria guipuzcoana en este tipo de inversiones. El consorcio está encabezado por el Gobierno Vasco y la Fundación BBK y cuenta con el respaldo del fondo Indar, al que dio origen Kutxabank, además de la firma tecnológica Teknei, que actúa como socio industrial aportando experiencia en el sector.
Ayesa, cuya división tecnológica era denominada anteriormente Ibermática, cuenta con un importante volumen de personal en la comunidad autónoma, aunque su implantación es desigual. Mientras que en Vitoria la plantilla suma alrededor de 170 trabajadores, la mayor parte de sus 2.000 empleados vascos desarrolla tareas en otros territorios. Esto, según recogen fuentes citadas por EFECOM, representa un elemento clave en las deliberaciones de Vital para decidir su participación.
El medio EFECOM también recuerda que la participación de Vital en la compra de Talgo estuvo motivada por el peso industrial de la empresa en el territorio alavés, un factor que contrasta con la situación de Ayesa en la zona. Esta diferencia, de acuerdo con fuentes de la propia fundación consultadas por EFECOM, es uno de los aspectos que más se valoran antes de tomar una decisión.
Además, la composición actual del consorcio refuerza el protagonismo de la Fundación BBK y el fondo Indar como representantes del capital vasco en la operación, mientras que Teknei aportaría el componente industrial necesario para la continuidad y expansión de la división tecnológica.
La decisión final de la Fundación Vital se anunciará una vez que se concluyan los análisis internos sobre el encaje estratégico de esta inversión, confirmaron las fuentes citadas por EFECOM. Hasta tanto, el consorcio avanza en los trámites para cerrar la adquisición, y la posible incorporación de Vital permanece como una opción abierta.
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