Una fina acumulación de hielo en el interior del frigorífico, apenas de tres milímetros, puede provocar que el gasto energético del hogar aumente hasta un 30 %, de acuerdo con la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Este fenómeno, junto con una mala ubicación del electrodoméstico, repercute directamente en la eficiencia y el presupuesto familiar, según explicó el organismo en un informe difundido recientemente.
El empleo del frigorífico representa aproximadamente el 30 % del consumo eléctrico total de los aparatos domésticos en una vivienda, dado que su funcionamiento es ininterrumpido para conservar con seguridad los alimentos, reportó la OCU. El informe de la organización enfatiza que una de las causas principales del gasto elevado está relacionada con errores habituales al situar la nevera, como ubicarla junto a fuentes de calor o en zonas con ventilación insuficiente.
La OCU detalló que posicionar el frigorífico cerca de hornos, vitrocerámicas, microondas, radiadores o ventanas expuestas a la luz solar directa tiene como consecuencia que el motor trabaje en exceso para mantener la temperatura interna adecuada. Esta sobreexigencia se traduce en un incremento de la demanda eléctrica, haciendo que la factura mensual suba considerablemente. El medio también aseguró que otro hábito problemático consiste en instalar la nevera en espacios muy estrechos o pegados a la pared, lo que impide el adecuado flujo de aire. El sistema encargado de evacuar el calor generado en el ciclo de refrigeración se sitúa en la parte trasera del aparato; un flujo de aire deficiente obliga al motor a prolongar su actividad y emplear más potencia, lo que no solo incrementa el consumo, sino que acorta la vida útil del frigorífico.
El informe de la OCU incluyó advertencias sobre la acumulación de polvo en la parte trasera, identificada como un agravante para la disipación del calor. Al obstaculizar el sistema de enfriamiento, el polvo puede forzar el funcionamiento continuo del motor, elevando aún más el uso de electricidad.
Recopilando indicaciones de expertos y fabricantes, la OCU planteó algunas pautas clave para mejorar la eficiencia energética del frigorífico mediante una colocación óptima. El principal consejo es evitar la proximidad a fuentes de calor, dado que la temperatura exterior elevada demanda un sobreesfuerzo constante del motor. Del mismo modo, fabricantes como AEG recomiendan mantener espacios libres en todos los lados del aparato —trasero, laterales, superior e inferior— conforme a lo establecido para cada modelo específico. Estas separaciones favorecen la circulación del aire y la expulsión eficaz del calor excedente.
La selección adecuada del lugar dentro de la cocina, de acuerdo con la OCU, influye notablemente en el rendimiento del electrodoméstico. Se aconseja optar por una ubicación fresca y estable, apartada de ventanas soleadas o de electrodomésticos que generen calor. Incluso en viviendas donde el espacio es limitado, resulta posible mejorar la eficiencia desplazando la nevera a un área menos expuesta al sol o modificando la disposición de los muebles, lo que también contribuye a reducir el gasto energético a mediano plazo.
Además de la instalación, la OCU recogió una serie de prácticas cotidianas que pueden impactar en el consumo eléctrico del frigorífico. Entre las sugerencias más relevantes figuran ajustar la temperatura interna del aparato a 5 °C y la del congelador a -18 °C. Asimismo, la organización recomendó restringir tanto la frecuencia como el tiempo de apertura de la puerta, y evitar introducir alimentos calientes, para reducir el esfuerzo de enfriamiento. Mantener la parte posterior libre de polvo y efectuar descongelaciones periódicas resultan medidas fundamentales, según el medio, ya que una simple capa de escarcha aumenta el gasto en hasta un tercio.
El informe de la OCU subrayó que un número considerable de familias no sigue estas recomendaciones básicas y mantiene sus neveras en condiciones poco adecuadas, lo que repercute negativamente en el consumo energético del hogar. La falta de información sobre estos aspectos constituye un factor determinante en la pérdida de eficiencia eléctrica.
Según constató el medio, el correcto uso y cuidado diario del frigorífico tiene consecuencias directas tanto en el rendimiento del aparato como en el coste mensual de energía. Especialistas consultados recalcaron la importancia de tomar en consideración la ubicación y el mantenimiento del electrodoméstico, señalando que un descuido en estos aspectos se traduce en un impacto inmediato sobre la eficiencia y los gastos del hogar.
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