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Con el estadio repleto de emoción y gratitud, Esteban “Chino” González cerró un ciclo glorioso en Coquimbo Unido. El entrenador del título histórico, de la invencible segunda rueda y de los 67 años de espera, tomó el micrófono para despedirse entre lágrimas, certezas y una promesa de llevar el nombre del club por el mundo. Su partida a Querétaro abre un nuevo capítulo para el campeón, pero deja una huella imborrable en la hinchada aurinegra.