La recaudación del impuesto de sociedades en España, que en 2023 representó el 8 % de la recaudación total, marca una diferencia con la evolución de este tributo en el ámbito internacional, ya que a nivel global elevó su peso al 11,9 % en ese mismo año tras un repunte en ejercicios anteriores. Según informó EFECOM, al analizar el informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) publicado este martes, se confirma que España ha experimentado una de las mayores subidas de la presión fiscal en el periodo comprendido entre 2010 y 2024 en comparación con el resto de países desarrollados.
La presión fiscal en España aumentó 5,53 puntos porcentuales durante esos catorce años, situándose en el 36,7 % del producto interior bruto (PIB), mientras que la media de la OCDE se incrementó en 2,54 puntos hasta alcanzar el 34,1 %. De acuerdo con el reporte anual de la OCDE sobre ingresos fiscales, este crecimiento coloca a España como uno de los países con mayor aumento de carga impositiva en ese periodo, solo superado en la organización por Eslovaquia (7,67 puntos), Japón (7,49), Grecia (7,43), México (5,99), Luxemburgo (5,81) y Letonia (5,71).
Este ascenso contrasta con la evolución observada en los grandes países europeos. Alemania presentó una subida de 2,85 puntos porcentuales situando su presión fiscal en el 38 %, Francia elevó el índice en 1,22 puntos hasta un 43,5 %, Italia sumó 1,06 puntos hasta el 42,8 % y en Reino Unido la tasa aumentó 2,32 puntos llegando al 34,4 %. España destaca por ser el único gran país europeo con un incremento tan pronunciado de la recaudación fiscal sobre el PIB en el periodo señalado, según detalló el medio EFECOM con base en el informe de la OCDE.
En el análisis de los 38 países miembros de la OCDE, la presión fiscal subió en promedio solo tres décimas en 2024 respecto al año anterior, evolución que se corresponde con España; pero la tendencia no fue uniforme en todos los miembros. La estadística también recoge reducciones significativas en países como Suecia, donde el indicador cayó 1,71 puntos al 41,4 %; Hungría, que registró un descenso de 2,55 puntos hasta el 34,4 %; y, sobre todo, Irlanda, cuyo nivel bajó 6,05 puntos hasta ubicarse en el 21,7 %, el cuarto porcentaje más bajo de la OCDE. EFECOM destacó que los únicos países con presiones fiscales inferiores a Irlanda eran México (18,3 %), Colombia (19,9 %) y Chile (20,5 %), países latinoamericanos caracterizados por un estado del bienestar poco desarrollado.
Irlanda se ha convertido en una excepción en la Unión Europea por su baja carga fiscal, estrategia que le ha permitido atraer inversiones extranjeras y convertirse en la sede europea de numerosas multinacionales que operan en todo el continente. En el resto de la Unión Europea, todos los demás países registran tasas de presión fiscal superiores al 34 % del PIB, lo que posiciona a Irlanda como un caso aparte. Fuera de la UE, Suiza sobresale en Europa por mantener en 2024 una presión fiscal de 27,2 %, cifra tradicionalmente relacionada con la captación de capital internacional y la reconocida discreción de su sistema bancario.
El informe de la OCDE, citado por EFECOM, subraya también el caso de Estados Unidos, donde la presión fiscal estimada para 2024 se sitúa en el 25,6 %, cifra estable respecto al año anterior y muy por debajo de la media europea. Esta diferencia se explica en parte porque la cobertura de prestaciones del Estado del bienestar en ese país es menos extensa.
En la comparativa continental, Dinamarca se ubicó por segundo año consecutivo como el país con la mayor presión fiscal de la OCDE, con un 45,2 % de su PIB en 2024, un incremento de 1,2 puntos respecto al año anterior. Francia se mantuvo en segundo lugar con un 43,5 %, seguida por Austria con el 43,4 %, Italia con el 42,8 % y Bélgica con el 42,6 %, tras aumentos moderados en estos tres últimos países.
En cuanto a los componentes de los ingresos fiscales en España, el peso de las cotizaciones sociales llegó al 34,7 % del total en 2023. Esta cifra supera ampliamente la media de la OCDE, que se ubicó en 25,5 %. El informe de EFECOM precisó que en países latinoamericanos como Chile (5,6 %), Colombia (7,3 %) y México (13,5 %), las cotizaciones sociales representan una fracción mucho menor de la recaudación. Países de tradición anglosajona reflejan también un peso inferior, con Estados Unidos en el 23,5 %, Canadá en el 14,9 %, y Australia y Nueva Zelanda sin cotizaciones sociales.
Respecto al impuesto de sociedades, el informe anual señala que en la etapa previa a la crisis financiera, el tributo alcanzó un 11,3 % de los ingresos fiscales en 2007, descendió al 9 % en 2010 y se mantuvo en torno al 9-10 % durante la siguiente década. Desde 2021 experimentó un repunte llegando al 10,3 %, alcanzando el 12 % en 2022 y descendiendo ligeramente al 11,9 % en 2023. España presentaba una tasa inferior (8 %) respecto a la media global en cuanto al peso de este impuesto, de acuerdo con el reporte de EFECOM basado en datos de la OCDE.
El análisis por la OCDE publicado por EFECOM incluye también los impuestos sobre el patrimonio, que en promedio representaron un 5,1 % de la recaudación fiscal en 2023. Este gravamen varió considerablemente entre países: en la República Checa, Lituania y Estonia apenas superó el 1 %, mientras que en Corea del Sur representó el 11,5 %, en Estados Unidos el 11,3 %, en Israel el 10,7 % y en Reino Unido el 10,5 %. España superó la media de la OCDE, con un 6,2 % de su recaudación procedente de impuestos al patrimonio.
EFECOM subrayó que estas diferencias evidencian la diversidad de estrategias fiscales entre los miembros de la OCDE y la evolución desigual de la presión impositiva a lo largo de los últimos catorce años, donde España se consolida como uno de los países con mayor incremento del peso de los impuestos en relación al tamaño de su economía.
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