El reciente informe oficial recoge que España ha registrado en 2025 sus mayores emisiones anuales por incendios forestales en más de dos décadas, alcanzando cifras máximas en solo una semana de agosto. Esta información, respaldada por el Servicio de Monitoreo de la Atmósfera Copérnicus (CAMS), ilustra el alcance del impacto ambiental de los siniestros que han marcado el año. Según detalló el medio, la Unión Europea ha confirmado que este año será el peor en cuanto a superficie devastada por incendios forestales desde que existen los registros, con más de un millón de hectáreas afectadas en el conjunto del continente.
El informe especial, publicado este viernes por la Unión Europea, detalla que la tendencia de los incendios en Europa ha cambiado, apoyándose en datos del Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS). Desde el inicio de 2025, se han contabilizado más de 7.200 focos en los 37 países integrantes del Mecanismo de Protección Civil de la UE. El territorio arrasado ya equivale, aproximadamente, al doble de lo registrado durante 2024, una cifra que representó la superficie total de regiones como Asturias o Navarra.
De acuerdo con el informe publicado por la UE, el récord anterior más cercano se remonta a 2017, cuando se quemaron 987.000 hectáreas, mientras que la media anual para las últimas dos décadas era de 353.000 hectáreas en toda Europa. La magnitud de los incendios de 2025 supera significativamente estos valores históricos, lo que subraya la gravedad de la situación actual.
El medio informó que la temporada de incendios está atravesando transformaciones notables. En 2024, aunque el total de superficie quemada se situó por debajo de la media, la frecuencia y la intensidad de los incendios mostraron una tendencia a aumentar y a expandirse más allá del periodo tradicional. Las temporadas altas, antes concentradas entre junio y mediados de septiembre, ahora se extienden también a la primavera y el otoño, con episodios graves documentados fuera de los meses habituales de riesgo.
Durante 2024, el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales contabilizó 8.343 incendios en los países del Mecanismo de Protección Civil de la UE. España, Portugal, Grecia, Italia y Bulgaria resultaron los territorios más afectados por estos eventos. El informe recalca que tanto España como Portugal concentraron en septiembre casi una cuarta parte de la superficie total abrasada del año debido a los grandes incendios acaecidos en tan solo una semana. Se registró un total de 334.940 hectáreas calcinadas en el conjunto de la Unión, mientras que otras naciones como Albania, Bosnia y Herzegovina, Macedonia del Norte, Turquía y Ucrania también informaron sobre incendios significativos durante la temporada.
Según publicó la Unión Europea, la elevada cantidad de incendios en 2025 trajo consigo impactos considerables en las emisiones atmosféricas. El Servicio de Monitoreo de la Atmósfera Copérnicus indicó que los fuegos provocaron el mayor total anual de emisiones de carbono registrado en la UE y el Reino Unido en los últimos veinte años, estimando cerca de 13 megatoneladas de carbono liberadas al ambiente.
En el caso español, las condiciones meteorológicas adversas, como olas de calor continuas y situaciones de extrema sequedad, influyeron de forma directa en el aumento de los incendios y sus consecuencias. Tal como consignó el medio, estas circunstancias favorecieron que España superara sus datos históricos de emisiones anuales por incendios en los registros de los últimos 23 años, un récord que se quebró en solo siete días en agosto.
La concatenación del aumento en la extensión devastada y la elevación de los índices de emisión de gases pone de relieve los desafíos a los que se enfrentan los servicios de extinción europeos y mundiales. El informe destacó que las temporadas de incendios muestran una tendencia a prolongarse y volverse menos previsibles, lo que obliga a revisar las estrategias de prevención y respuesta frente a este fenómeno cada vez más persistente.
A la par de estos datos, la media europea anterior, situada en 353.000 hectáreas quemadas al año, queda ampliamente sobrepasada por lo registrado este 2025. Solamente en 2017 se alcanzaron valores similares, sin que hasta entonces se hubiese superado el millón de hectáreas arrasadas a escala continental, según EFFIS. Desde la perspectiva institucional, la agravación de la problemática exige revisar y reforzar los mecanismos de cooperación internacional dentro del continente, dado que la tendencia al alza de los incendios forestales aparece consolidada y sostenida desde 2006, fecha en la que comenzaron los registros sistemáticos de la entidad comunitaria.
Esta serie de datos y análisis, recopilados a lo largo del informe emitido por la Unión Europea y difundidos por el medio, reflejan cómo los incendios forestales se han convertido en un asunto de máxima preocupación para Europa. Las autoridades comunitarias han enfatizado que los retos planteados no solo afectan a la respuesta inmediata, sino también a la gestión ambiental y a la prevención del riesgo, con un impacto que influye en la atmósfera y en la salud de los ecosistemas.
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