La Virgen de los Dolores: cuál es su significado y por qué es relevante en Semana Santa
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La Virgen de los Dolores: cuál es su significado y por qué es relevante en Semana Santa

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El Viernes de Dolores, celebrado el viernes anterior al Domingo de Ramos, marca una de las expresiones religiosas más arraigadas en la tradición católica. Esta fecha, inscrita en el periodo de Cuaresma, recuerda el sufrimiento de la Virgen María ante la pasión y muerte de Jesús, y está representada por la figura de Nuestra Señora de los Dolores.
Conocida también como La Dolorosa, esta imagen se ha convertido en un símbolo de duelo, fe y acompañamiento espiritual para numerosos fieles, que encuentran en ella una forma de vincular el dolor humano con una dimensión redentora.
Origen de una devoción: la Virgen del dolor maternal
La veneración a la Virgen de los Dolores surgió en Europa durante el siglo XIII. En América, y particularmente en el actual territorio mexicano, esta práctica fue introducida por las órdenes mendicantes —franciscanos, dominicos y agustinos— durante el proceso de evangelización posterior a la conquista. Estas órdenes reconocieron en la figura de la Virgen Dolorosa una herramienta espiritual que articulaba los valores del cristianismo con las expresiones emocionales presentes en las cosmovisiones indígenas, como el luto y la pérdida.
Con el tiempo, esta imagen fue ganando arraigo, hasta ocupar un lugar destacado dentro de la fé católica y siendo celebrada de manera especial en distintos puntos de México.
Representación de La Dolorosa
La imagen de la Virgen de los Dolores es una de las más reconocibles dentro del arte religioso católico, aunque algunos suelen confundirla con la Virgen de la Soledad, existen algunos elementos con los que se puede identificar a La Dolorosa.

- Vestimenta. Suele aparecer vestida con túnicas de color negro o morado. Estos colores no son casuales: el negro está asociado al luto, mientras que el morado es el color litúrgico del tiempo de Cuaresma, dedicado a la penitencia y la reflexión espiritual.
- Expresión facial. Su rostro muestra una expresión de profunda tristeza, con la cabeza ligeramente inclinada y lágrimas en las mejillas, estos son un elemento constante en su iconografía.
- El corazón atravesado. Uno de los rasgos más distintivos es un corazón en medio de su pecho, atravesado por siete espadas que representan los Siete Dolores de la Virgen. En algunos casos, este detalle es sustituido por una daga enmedio de su pecho en referencia a la profecía de Simeon a María que dice “una espada te atravesará el alma”.
- Otros elementos. En algunas versiones de esta imagen puede estar cubierta por un velo largo que le cubre la cabeza y también sostiener un pañuelo blanco entre las manos.
Esculturas, pinturas, grabados y retablos, han sido dedicados a esta imagen, mismos que suelen estar presentes especialmente durante el Viernes de Dolores y la Semana Santa.
Los siete dolores de la Virgen

Se trata de una práctica de oración que surgió en el siglo XIII con la Orden de los Siervos de María y fue aprobada por el papa Pío VII en el siglo XIX como una devoción oficial de la Iglesia católica.
Está basada en una serie de episodios tomados de los Evangelios que representan los momentos más dolorosos en la vida de la Virgen María, relacionados con la pasión y muerte de su hijo Jesús.
- La profecía de Simeón (Lucas 2:25-35) Cuando el anciano Simeón anuncia en el templo que Jesús será signo de contradicción y le dice a María: “Y a ti misma una espada te atravesará el alma”.
- La huida a Egipto (Mateo 2:13-15) José y María escapan con el niño Jesús para protegerlo de la persecución del rey Herodes, que había ordenado matar a todos los niños menores de dos años.
- La pérdida del niño Jesús en el templo (Lucas 2:41-50) Jesús, con doce años, se queda en Jerusalén sin que sus padres lo noten. María y José lo buscan durante tres días hasta hallarlo enseñando en el templo.
- El encuentro con Jesús camino al Calvario (Lucas 23:27-31) María se cruza con Jesús cargando la cruz hacia el lugar de su crucifixión. Lo ve herido, humillado y condenado, sin poder hacer nada por aliviar su dolor.
- La crucifixión y muerte de Jesús (Juan 19:25-30) María permanece al pie de la cruz mientras su hijo muere lentamente. Es testigo directa del sufrimiento final de Jesús.
- El descendimiento de Jesús de la cruz (Marcos 15:42-47) El cuerpo de Jesús es bajado de la cruz y entregado a su madre. María sostiene el cuerpo sin vida de su hijo en sus brazos.
- La sepultura de Jesús (Lucas 23:50-56) María acompaña el entierro de Jesús, presenciando cómo su cuerpo es colocado en el sepulcro, sellando su pérdida con el silencio de la tumba.
Cada uno de estos momentos es recordado en la oración del rosario de los Siete Dolores, cuya práctica ha sobrevivido gracias a comunidades parroquiales, cofradías y grupos laicos que mantienen viva esta forma de piedad.
Una celebración comunitaria
En muchas regiones de México, especialmente en estados como Puebla, Oaxaca, Guanajuato o Tlaxcala, el Viernes de Dolores se manifiesta a través de altares instalados en casas, patios, calles o plazas.
Ejemplo de ello es Nochixtlán en la mixteca oaxaqueña, donde un grupo de familias celebran una gran mayordomía en honor a la Virgen de los Dolores desde hace más de cien años.

La asimilación de esta devoción en el ámbito mexicano no ha sido pasiva. A lo largo de los siglos, la Virgen de los Dolores ha adoptado matices propios del entorno cultural y simbólico del país. Su imagen ha sido reinterpretada en el arte popular, desde grabados y textiles hasta retablos de hojalata o esculturas en papel maché.
Incluso en espacios no litúrgicos, la iconografía dolorosa encuentra formas de manifestarse: en santuarios improvisados, en ferias patronales, en altares conmemorativos a víctimas de desaparición o feminicidio. La imagen de una madre doliente sigue siendo un símbolo potente de resistencia y humanidad.

El arraigo del Viernes de Dolores en el ámbito contemporáneo muestra la persistencia de formas de religiosidad popular que no solo remiten al pasado, sino que siguen activas en la interpretación simbólica del presente.
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