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El Real Decreto 159/2021 lo deja muy claro: a partir del 1 de enero de 2026 el único dispositivo válido en el estado español para señalizar una avería en carretera será la baliza V16 conectada. Llevamos años oyendo eso de 'conectada' como sinónimo de inteligente, por lo que al oír ese adjetivo caben atribuirle ciertas ventajas propias de la conectividad. O mejor dicho, inherentes a ella en tanto en cuanto técnicamente es posible. La realidad es otra historia.

Si nos ceñimos a los requisitos exigidos por la Dirección General de Tráfico, esta baliza V16 conectada debe cumplir con el requisito de contar con una eSIM operativa al menos durante 12 años para avisar a la DGT cuando el dispositivo se active. 

En ese momento por un lado emitirá una señal luminosa que debe poder verse a un kilómetro de distancia y se pondrá en contacto con la plataforma DGT 3.0, que a su vez enviará esta información a los medios más próximos al incidente, como los paneles luminosos de la carretera. También enviará información a vehículos conectados que circulen cerca. La llamada señal V-27 del cuadro de instrumentos del coche.

Y hasta aquí la conectividad de acuerdo con la normativa. Pero esta aparente sencillez que se explica en dos párrafos tiene su enjundia. 

Mitos y realidades de la conectividad de las balizas V16

Lo primero de todo, esta baliza V16 conectada es una oportunidad perdida. Para empezar, porque avisa a la DGT pero no a los servicios de emergencias: da igual que estés nerviosa, que te hayas dado un porrazo de impresión o que le haya pasado algo a quien va contigo: vas a tener que llamar tú y explicar la situación.  Y lo mismo para el seguro.

¿Y con navegadores GPS populares como Google Maps o Waze? La DGT tendrá acceso a información como el momento en el que se ha producido la incidencia, en qué punto exacto y cuánto tiempo lleva activa. Estos datos serán públicos, siempre y cuando tengas acceso a la API de DGT 3.0. Es decir, que técnicamente sí es posible. Además, las apps de mapas de Google ya reciben información desde los servidores de la Dirección General de Tráfico respecto a hitos como accidentes o cierres de carreteras. 

Hemos mencionado datos como fecha, hora, lugar y duración a los que la DGT tiene acceso, lo que siempre genera cierta desconfianza en materia de privacidad. La DGT tiene una sección de FAQ donde responde a esta cuestión asegurando que 'no estás geolocalizado en todo momento, no podrán seguirte, ni saber la velocidad a la que circulas.' Cabe recordar que solo entra en funcionamiento al activarse y que lo normal es que esté apagada.

Allí explica también que la baliza V16 conectada 'no transmite ningún tipo de datos personales ni datos relacionados con el vehículo.' Tampoco hace falta proporcionar datos personales ni crearse una cuenta, aunque esto va con letra pequeña: la DGT no los solicita, pero puede que los fabricantes sí. Por cierto, a diferencia de las SIM estándar de contrato o de prepago, la SIM de las balizas tampoco va asociada a ningún cliente y sus datos, sino que es anónima, funciona de forma independiente y sin permanencia a un operador concreto.

Pero algunos fabricantes sí que te piden más información personal, de forma completamente opcional: lo hacen a través de las aplicaciones. Estas apps permiten asociar nuestra baliza al teléfono y también a nuestra aseguradora, de modo que se agiliza la experiencia de asistencia en carretera. La pelota está en nuestro campo: tener esas ventajas implica sacrificar privacidad. Sin embargo, puedes comprar una baliza que venga con app y usarla sin ella sin problema.

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La noticia Las balizas V16 son conectadas, pero solo a medias: qué puedes hacer y qué no podrás hacer con ellas y los riesgos de privacidad fue publicada originalmente en Xataka Móvil por Eva R. de Luis .