Las voces que defienden la polémica intervención a la bandera chilena en una muestra del Museo de Bellas Artes
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Las voces que defienden la polémica intervención a la bandera chilena en una muestra del Museo de Bellas Artes

La estrella solitaria recortada, como cayéndose de la bandera, es una de las imágenes que llaman la atención, en la exposición Janet Toro: Intimidad radical. Desbordamientos y gestos, montada en el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA).
Abierta al público desde el pasado 16 de mayo, la muestra no había generado mayor ruido, hasta que algunos visitantes compartieron imágenes que se volvieron virales. Ahí surgieron cuestionamientos desde el mundo político.
Por ejemplo, el diputado Cristián Araya (Republicanos), ofició el pasado viernes 23 a la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Carolina Arredondo, tras manifestar su “profunda indignación” con la obra.
Ese mismo día, el MNBA publicó una declaración. “Ante las recientes manifestaciones en torno a la obra de la artista Janet Toro, incluida en la exposición Intimidad radical. Desbordamientos y gestos, el Museo Nacional de Bellas Artes reafirma su compromiso con una cultura democrática, tolerante y abierta a la reflexión".

“Esta exposición forma parte de una línea de programación de exposiciones y actividades, que promueve la valoración del trabajo de destacadas artistas chilenas y que busca contribuir, desde el arte, a una comprensión más profunda de nuestra historia, nuestras memorias y nuestras identidades”, detalló el documento.
El sábado, incluso, llegó hasta el museo un puñado de personas, no más de ocho, para manifestar su descontento. Una expresión que palideció ante las 25 mil personas que visitaron el recinto durante el fin de semana, con ocasión del Día de los Patrimonios.
La muestra, en rigor, revisa la trayectoria de la destacada artista chilena Janet Toro entre los años 1985 y 2025. En su obra, ha usado la performance como un medio para expresar una reflexión sobre las formas de violencia y opresión, física y simbólica. Por lo mismo, recurre a material fotográfico de archivo y recoge algunos elementos que ha usado en su trabajo; entre estas las dos banderas, una con la estrella recortada, y otra rayada. En rigor, aquella obra se llama La Bandera en los tiempos de la indignación I y II, y es de 2019.
Según datos obtenidos por Culto, la propuesta de exposición se recibió en 2022. Pasó a ser evaluada por la comisión de exposiciones del MNBA para ya formalizar su incorporación a la programación en diciembre de 2023. Además, señalan que la muestra no recibió fondos públicos, pero el montaje se sustentó con el presupuesto de programación.

La curatoría de la exposición, estuvo a cargo de Cecilia Fajardo-Hill, destacada historiadora del arte y curadora venezolana-británica, con más de 40 años de experiencia, quien estuvo en el país poco antes de la inauguración de la muestra, trabajando en el montaje.
Fajardo-Hill, envió a Culto una impresión sobre lo que ha sucedido con la muestra. Ante todo, defiende el trabajo de Toro. “Janet es una de las artistas más prominentes y respetadas de América Latina por su capacidad crítica y política de discutir y denunciar problemáticas sociales de diversa índole, en defensa de los derechos civiles y humanos tanto de Chile como del resto del mundo”, aclara.
Además, detalla el contexto en que surgió la cuestionada intervención. “La Bandera en los tiempos de la indignación I y II, de 2019, es una obra que nace en el contexto del estallido social de 2019, respondiendo a un momento coyuntural de la historia de Chile, y es clave para dar cuenta crítica de este suceso, como también comprueba el compromiso constante de la artista a lo largo de los años de abordar los eventos sociales y políticos urgentes de su tiempo".
Entrevistada por Radio y Diario Universidad de Chile, Janet Toro, también detalló el contexto, y aclaró lo del financiamiento. “Esas obras las hice con mi propio dinero en la Galería AFA y en el Exmercado Providencia, en el marco de una exposición. Y quiero igualmente acentuar que estas son obras de arte. Esto no es cualquier acto arbitrario hecho porque sí. Hay una razón y corresponde a un contexto político y social urgente. Estamos hablando del año 2019″.
Además, detalló que ha sido atacada en sus redes sociales por los grupos extremos que han cuestionado la obra. “Estos grupos reaccionan con estas maneras violentas, atacando, descalificándome, también con garabatos de calibre en mi Instagram, muy fuertes, porque primero que todo desconocen. Hay una falta de educación visual en ese sentido. Y por otro lado, parece que hay una frustración de parte de ellos frente a algo que escapa a sus ideologías y a su control".
Por su lado, la directora del museo, Varinia Brodsky, detalla a Culto su impresión sobre lo ocurrido y defiende la presencia de la muestra. “Desde el Museo Nacional de Bellas Artes hemos puesto especial énfasis en el reconocimiento de creadores, en particular artistas nacionales y mujeres, como una forma de avanzar hacia equilibrios urgentes frente a las profundas brechas históricas de desigualdad que también atraviesan el mundo del arte”.
“Así como proponemos una visión programática, también defendemos categóricamente la libertad de expresión artística como un derecho fundamental. Lo mismo ocurre con el derecho del público a acceder a un museo gratuito, plural donde se expresan las diversidades, que cultiva la reflexión y la convivencia democrática”, añadió.
Asimismo, Fajardo-Hill apunta a que no es primera vez que la bandera es repensada por los artistas locales. “El arte chileno recoge un número importante de artistas nacionales que han utilizado la bandera de forma crítica, como por ejemplo José Balmes quien recibiera el Premio Nacional de Arte. Janet se suma a esta larga e importante historia de artistas reconocidos que han usado la bandera en su trabajo y se presenta en el Museo de Bellas Artes, una institución que lleva adelante una labor insigne de representar un panorama amplio del arte chileno”.
La directora Varinia Brodsky también menciona otras ocasiones en que el emblema patrio ha sido usado en las artes. “La bandera nacional ha sido interpelada en múltiples ocasiones a lo largo de la historia del arte, tanto en Chile como en el extranjero. Premios Nacionales de Arte y Literatura como Elvira Hernández con La Bandera de Chile, Gabriela Mistral con Menos Cóndor y más Huemul, o José Balmes con su emblemática Bandera chilena —hoy parte de una colección pública [en el Museo Histórico Nacional]—, entre otros destacados artistas, han abordado los símbolos nacionales desde una mirada crítica y sensible, abriendo espacios para reflexionar sobre nuestra identidad, nuestra historia y los desafíos de una democracia plural".
Efectivamente, en el extranjero hay notables ejemplos de artistas que han recurrido a las banderas para plantear alguna reflexión. Una de las más célebres es la obra Flag, de Jasper Johns, original de 1954 y hoy en el MoMA; una pintura en que recrea la bandera estadounidense. Así es tanto una cosa (una bandera) como su representación (la pintura de una bandera).
Incluso esa pieza fue cuestionada en su momento. El entonces director del MoMA, Alfred H. Barr, Jr., quiso adquirirla en 1958 en la Galería Leo Castelli de Nueva York. Sin embargo, el Comité y la Junta Directiva del Museo consideraron que era potencialmente “antipatriótica”. Finalmente logró conseguirla a través de un tercero, y donarla al museo.

También en el país hay otro ejemplos desde las artes visuales. Ahí están Intervención a la bandera o Bandera enmarcada (Serie La Bandera), de Víctor Hugo Codocedo; #18, un pequeño recuadro en que se enmarca parte de la bandera, creado por Sergio González Tornero; la pieza Inglés básico, de Roser Bru, y hasta la pequeña bandera adosada a una más grande, que integra la serie Historia privada/historia pública, de Voluspa Jarpa.
Para Cecilia Fajardo-Hill, lo importante es el trabajo artístico. “Es imperativo respetar el derecho inalienable de Janet Toro de libre expresión, por el cual es reconocida, como el Museo de Bellas Artes por su compromiso de propiciar una plataforma sin censura para el arte de esta artista y los artistas por venir”.
La directora Bordsky cierra con una reflexión. “El MNBA se ha transformado en un espacio de referencia cultural, transversal y abierto a la ciudadanía, donde el arte invita al encuentro. La creación artística se basa, precisamente, en la posibilidad de observar críticamente y reflexionar simbólicamente sobre los contextos sociales, políticos y personales que configuran nuestra experiencia como sociedad”.
La exposición Janet Toro: Intimidad radical. Desbordamientos y gestos, está abierta hasta el 7 de septiembre, en el ala sur, del primer piso del Museo Nacional de Bellas Artes (José Miguel de la Barra 650). Entrada liberada.
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