Liderazgo climático de Chile en la COP30: acuerdos, tensiones y el rol clave del sector privado

La COP30 llegó a su fin en Belém do Pará, Brasil, marcada por intensas negociaciones, momentos de desacuerdo y conclusiones vacías que mostraron la urgencia del desafío climático global. Desde la mirada de expertos ambientales presentes en la cumbre, se puso en evidencia la tensión por la falta de menciones explícitas a la eliminación de combustibles fósiles en los textos negociados, hasta la presión de la sociedad civil y de países vulnerables, la cumbre terminó por transformarse en un punto de inflexión para la acción climática.

Tal como lo resumió la directora ejecutiva de Red Pacto Global Chile, Margarita Ducci, “la COP30 no fue simplemente una nueva cumbre climática. Fue, por momentos, un espacio de tensión, de debates complejos e incluso de desencuentros, pero también un punto de inflexión que obligó al mundo a mirarse con mayor honestidad”.

Según Ducci, ya no existe espacio para postergar decisiones de base, donde la evidencia científica, social y económica es contundente. “No hay más margen para seguir postergando decisiones estructurales, especialmente en lo que respecta a los combustibles fósiles y al modelo de desarrollo que ha sustentado a la economía global por más de un siglo”.

Santiago 19 de Enero  2024
Margarita Ducci directora ejecutiva de red pacto global
Foto: Juan Farias / La Tercera.

En esa línea, sintetiza que el

Participación de Chile en la COP30

En medio de un escenario global incierto, Chile dio una de las señales más claras en los últimos días de la cumbre al integrar una coalición internacional de 24 países que lanzó la “Declaración de Belém para la Transición Fuera de los Combustibles Fósiles”, un hito político que presiona para que el texto final de la COP incluya una hoja de ruta concreta y ordenada para abandonar progresivamente petróleo, gas y carbón.

Desde la ciudad sede de la cumbre climática, la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, fue tajante: “Estamos muy comprometidos con el proceso multilateral, pero es verdad que una coalición de los dispuestos es más necesaria que nunca, porque el proceso nos está fallando”.

En esa línea, destacó que el mundo ya no puede conformarse con promesas que se las lleva el viento. “Esto se trata de implementación ahora. Debemos pasar de las palabras a los planes, y asegurar que la transición energética responda a la ciencia y proteja a las comunidades trabajadoras y territorios”.

Chile también confirmó su participación en la confianza internacional para acelerar la salida de los combustibles fósiles que se realizará en Santa Marta, Colombia, en abril de 2026, organizada por Países Bajos y Colombia.

La sociedad civil chilena también hizo una evaluación de los avances. El coordinador de Proyectos de la organización ambiental Uno Punto Cinco, Felipe Pino, señaló: “Despertamos con estos nuevos textos con un lenguaje ambicioso en muchos sentidos, por ejemplo en Transición Justa, unos avances importantes hacia un mecanismo que permita operacionalizar, pero a través de un sacrificio del lenguaje importante del abandono de los combustibles fósiles, la inclusión de minerales críticos y otros”.

Por su parte, la cofundadora de Uno Punto Cinco, Ismaela Magliotto tambié fue tajando ante la importancia de la toma de acción, principalmente para la descarbonización global: “Las negociaciones avanzan, pero no al ritmo que el planeta necesita. Si COP30 quiere ser la COP de la implementación, la salida de los combustibles fósiles debe quedar reflejada en el texto, con mecanismos de transición justa, financiamiento y metas cuantitativas”.

Si COP30 quiere ser la COP de la implementación, la salida de los combustibles fósiles debe quedar reflejada en el texto, con mecanismos de transición justa, financiamiento y metas cuantitativas". En este contexto, el compromiso de Chile asumido en la sede de la cumbre climática enBrasil, se vuelve relevante y coherente con la trayectoria cilmática del país. Como plantéo Ducci, “implica reconocer que la descarbonización ya no es solo aspiración ambiental, sino una condición imprescindible para asegurar la establidad climática, la seguridad energética y la competitividad futura del país”.

En este escenario, el compromiso chileno asumido en Belém se vuelve relevante y coherente con la trayectoria climática del país. Como planteó Margarita Ducci, “implica reconocer que la descarbonización ya no es solo una aspiración ambiental, sino una condición imprescindible para asegurar la estabilidad climática, la seguridad energética y la competitividad futura del país”.

El desafío para Chile y sus empresas

En su mensaje final, Ducci subrayó que la transición energética será profunda, transformadora y exigirá un rol protagónico del sector privado. “Las empresas ya no pueden entender la acción climática como un anexo de su estrategia, un capítulo en sus reportes de sostenibilidad o una respuesta a las exigencias regulatorias. La transición requiere integrar el cambio climático al corazón del modelo de negocios: en la toma de decisiones de inversión, en la gestión de riesgos, en la innovación, en la cadena de suministro y en la relación con sus comunidades”.

Entre los principales desafíos identificados para el país y las organizaciones destacan: dar credibilidad al compromiso climático nacional, integrar los territorios y ecosistemas vulnerables en la transición, movilizar financiamiento inteligente y transparente, cerrar la brecha entre promesa y ejecución, e innovación, colaboración y cadenas de valor bajas en carbono.

Sobre este último punto, enfocado en innovación, colaboración y cadenas de valor bajas en carbono, la COP30 reforzó que ningún actor puede transitar solo. En esa línea, la alianza “Unidos por la Acción Climática” —Acción Empresas, CCS, CLG Chile, Pacto Global y Sistema B— lanzó su documento “NDC 3.0: Hoja de Ruta Climática para el Sector Privado 2025-2035”, priorizando 18 medidas de la NDC chilena. El documento fue presentado junto al subsecretario de Medio Ambiente, Maximiliano Proaño, y empresas como Arauco, Natura, CMPC y Anglo American, que compartieron avances en descarbonización, economía circular, resiliencia hídrica y protección de ecosistemas.

En es línea, la delegación chilena reforzó así su mensaje de avanzar en una economía carbono neutral requiere colaboración multisectorial, innovación y acción inmediata. Como señaló Ducci, “uno de los aprendizajes más contundentes de la COP30 es que la brecha entre promesa y acción sigue siendo el mayor riesgo para la humanidad. No bastan los discursos ni los compromisos bien redactados. Se requieren planes claros, metas intermedias, indicadores verificables y una colaboración real entre Estado, empresas, academia y sociedad civil”.

La COP30 dejó claro que el mundo avanza hacia una economía baja en carbono “con o sin nosotros”, en palabras de Ducci. La pregunta para Chile es si optará por liderar o por adaptarse tarde. En un escenario global fragmentado, el país apostó por acelerar la transición, fortalecer alianzas y exigir mayor ambición. Ahora, el desafío será transformar estos compromisos en resultados concretos, con el sector privado como un actor estratégico, no accesorio.

Noviembre 25, 2025 • 18 días atrás por: LaTercera.com 99 visitas

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