Decir que no a una franquicia que ha arrasado le puede pasar a todo el mundo. Perder 300 millones de dólares al rechazarla ya es algo menos habitual. Y Matt Damon tiene el (des)honor de ser la persona a la que le ha pasado. El actor decidió no participar en Avatar (2009), lo que resultó ser u…
Artículo original publicado en SensaCine
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