Militares impiden el acceso del senador Van Hollen al CECOT en El Salvador

Militares impiden el acceso del senador Van Hollen al CECOT en El Salvador

Reportajes Especiales - News

Van Hollen, Christopher JrAbrego Garcia, Kilmar ArmandoEl SalvadorIllegal ImmigrationDeportationUnited States International RelationsUnited States Politics and GovernmentTrump, Donald JBukele, Nayib

Oficiales armados impidieron que el senador Chris Van Hollen intentara visitar la prisión donde se encuentra recluido desde hace más de un mes Kilmar Armando Abrego Garcia.

El jueves, a poco más de dos kilómetros de una prisión salvadoreña de máxima seguridad, la caravana del senador Chris Van Hollen fue detenida en un puesto de control militar.

Van Hollen, demócrata por Maryland y miembro del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, había hecho la última parada de su visita a El Salvador, donde esperaba reunirse con Kilmar Armando Abrego Garcia, un hombre de Maryland cuya deportación ilegal sucedida el mes pasado se ha convertido en un punto álgido del debate sobre la política de inmigración estadounidense.

A Van Hollen y a Chris Newman, abogado que representa a Abrego Garcia, se les denegó su solicitud de visitar la prisión, conocida como CECOT, y se vieron obligados a regresar. La denegación de entrada se produjo un día después de que el vicepresidente de El Salvador rechazara el llamado formal de Van Hollen para que se celebrara una reunión o incluso una llamada telefónica con Abrego Garcia.

"Hoy nuestro objetivo era muy sencillo", dijo Van Hollen en una entrevista el jueves. "Era simplemente poder ir a ver si Kilmar Abrego Garcia se encuentra bien. Nadie sabe nada de su estado desde que fue secuestrado de manera ilegal en Estados Unidos. Está totalmente fuera de nuestro alcance".

Tras ser detenido por los militares salvadoreños, Van Hollen describió el encuentro como un bloqueo destinado a frustrar su visita a la prisión. Los defensores de los derechos humanos han documentado el hacinamiento en las prisiones de El Salvador y los reportes de tortura.

"Se trataba de una simple petición humanitaria", dijo Van Hollen poco después de la parada. "Dijeron que tenían órdenes de no permitirnos seguir adelante".

La negativa a permitir la entrada de un senador estadounidense --días después de que varios miembros republicanos del Congreso visitaran la prisión-- implicó una notable escalada en el enfrentamiento en torno a la política de inmigración de línea dura del presidente Donald Trump. La visita de Van Hollen subraya un esfuerzo demócrata más amplio por poner de relieve el caso de Abrego Garcia, situando su detención en el centro de sus esfuerzos por cuestionar el enfoque del gobierno de Trump.

"Este es un ejemplo de un desafío mucho mayor, sin duda", dijo Van Hollen sobre el caso de Abrego Garcia, quien había estado viviendo en Maryland en virtud de una orden de un juez federal que le concedía protección frente a la deportación. "Porque mi opinión es que cuando empiezas a meterte con la gente más vulnerable, y presionas y presionas, y te sales con la tuya, entonces procedes a dar la siguiente mordida".

El gobierno de Trump, con la colaboración del gobierno del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha hecho que los inmigrantes enviados a esa prisión desaparezcan.

A cambio de retener a los detenidos, Bukele ha dicho que el gobierno estadounidense le paga 6 millones de dólares. Una portavoz de la presidencia salvadoreña, Wendy Ramos, no respondió a una solicitud de comentarios sobre las declaraciones de Van Hollen.

El jueves por la tarde, un periodista le preguntó a Trump en la Casa Blanca si se movilizaría para devolver a Abrego Garcia a Estados Unidos, a lo que respondió: "Bueno, no estoy implicado".

"Tendrás que hablar con los abogados, con el DOJ", dijo, refiriéndose al Departamento de Justicia.

Aunque un grupo de militares armados impidió que Van Hollen viera al hombre que fue expulsado de su estado el jueves, su viaje consiguió atraer más atención sobre el caso de Abrego Garcia. Su deportación y encarcelamiento se han convertido en el ejemplo más destacado tanto para los defensores como para los detractores de la postura del gobierno de Trump en materia de inmigración.

Para muchos demócratas, la postura de Van Hollen representaba una defensa de los derechos humanos y del acceso legal. Para los conservadores, fue un gesto equivocado de simpatía hacia un hombre que, como ha señalado repetidamente la Casa Blanca, había entrado de manera ilegal en Estados Unidos.

"Es espantoso y triste que el senador Van Hollen y los demócratas que hoy aplauden su viaje a El Salvador no puedan tener una pizca de sentido común o empatía por sus propios electores", dijo Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, en una reunión informativa celebrada el miércoles por la tarde.

La acompañaba en la sala de reuniones Patty Morin, madre de Rachel Morin, residente en Maryland que fue brutalmente asesinada en 2023 por un inmigrante de El Salvador. El gobierno ha señalado la muerte de Morin como un ejemplo para justificar su postura sobre la inmigración, aunque las estadísticas muestran que los inmigrantes tienen menos probabilidades de cometer delitos que los ciudadanos nacidos en Estados Unidos.

Van Hollen reconoció la trágica muerte de Morin y reafirmó su compromiso con la lucha contra la violencia de las bandas, que dijo que fue un punto de acuerdo poco frecuente con funcionarios salvadoreños durante sus reuniones de esta semana. Pero rechazó la equivalencia insinuada por los funcionarios de Trump.

"Mi argumento en todo esto es que él solo exige el debido proceso", dijo Van Hollen sobre Abrego Garcia. "Mi argumento no es que yo pretenda conocer todos los hechos aquí. Todo mi argumento es que tenemos un tribunal en el que todo el propósito de celebrar una audiencia era que la gente presentara sus pruebas".