¿Quieres publicar aquí?
Sólo contáctanos
Estefanía Medina Manzano.
Madrid, 6 dic (EFE).- Raquel Córcoles es ‘Moderna de Pueblo’, un icono cultural con millones de seguidores en redes que, después de conquistar al público con sus satíricas y coloridas viñetas y cómics, se atreve ahora con un videopódcast que desarrolla con su característico humor y en el que aprovecha para denunciar temas de actualidad en primera persona.
Cuando llegó la propuesta del videopódcast se plantearon: “¿Tenemos un hijo o nos metemos en otro lío? Es un poco la coña, porque obviamente la decisión de ser padres no se toma en base a una conversación chorra, pero nos parecía guay tener tiempo y poder dedicarlo a emprender un proyecto en pareja que tiene un cierto paralelismo con ser padres”, asegura Córcoles (Reus, 1986) en una entrevista con EFE.
La ilustradora y periodista estrena ‘Moderneces’ (Movistar Plus+), un videopódcast quincenal que lanza junto a su pareja y co-guionista Carlos Carrero, con el que ha publicado éxitos como “Los capullos no regalan flores” o “Coñodramas”, novelas gráficas que han superando los 300.000 ejemplares.
En su primer episodio, 'Mentiras en la clínica de fertilidad', ahonda en el complejo proceso al que se enfrentan las parejas para congelar óvulos: “Viene de una experiencia personal (...). Había mucho que denunciar porque nos sentimos estafados por su marketing oscuro y sus tácticas para que firmes lo que sea y dijimos: ¡Buah, qué ganas de destapar esto!”, asegura.
Por sus cómics pasan las historias más personales, de sus amigas, gente cercana o de la actualidad con su característico guiño feminista y desde un punto de vista global: “Hay algo que se llama ‘heterofatalismo’, pesimismo con los heteros. Me gustaría que las ideas que lanzamos desde el feminismo no se traten como un ataque, pero es verdad que somos muy críticas con el bando contrario”.
En este sentido considera que “las conductas masculinas se han quedado un poco estancadas y quizás hay poca intención de evolucionar. Creo que lo ven como una pérdida de privilegio o que es un capricho nuestro de estar todo el tiempo analizándoles. Para muchos será muy útil el feminismo y otro tipo de influencias y otros se quedarán ahí en su nicho de negatividad”, añade.
Con más de 2 millones de seguidores en redes, parte de su trabajo consiste en reinventarse: “Hay que probar muchos formatos para no aburrirte. Llevo 10 años haciendo viñetas pero condensar todo lo que quieres decir en un carrusel de Instagram es muy complicado”.
La periodista sabe que las redes “te obligan a mostrar tu imagen personal”, con lo que la idea de hacer un videopódcast llega en un momento perfecto “para explorar esa nueva faceta”.
Unas redes sociales que a día de hoy marcan el ritmo y exigen “estar todo el rato alerta”. Para sobrevivir a esta “vida moderna” aconseja: “No pasarte con las redes sociales. Y mira que a mí me interesan, pero por vuestro bien os aconsejo que todo lo que podáis…¡fuera!: Lo que hago es quitarme las redes cuando no publico, para que las ideas vengan desde dentro, de lo que me apetece hablar, en lugar de lo que dice el algoritmo”.
A sus 38 años, considera que era el momento de apostar por algo diferente como es un videopódcast con su marido, a pesar de la ‘tendencia’ que penaliza a las personas creadoras de contenido que muestran a su pareja y exponen su vida personal.
“La vida no encaja siempre con tu plan de marketing. No me apetece hacer lo que toca, sino apostar por algo en lo que confío. No me da miedo el fracaso, si no funciona un formato ya será otro”.
Comics, viñetas, redes y pódcast, ‘Moderna de Pueblo’ apenas tiene tiempo para respirar. Por eso, en 5 años, si pudiera pedir un deseo sería rebajar el ritmo: “Me gustaría verme no estresada y motivada. Son mis dos estados ideales. Un éxito moderado del pódcast que me dejase tiempo para escribir libros. Rebajar la parte de las redes y depender de las partes que cualitativamente me aportan más”. EFE
(foto)(video)(audio)
completa toda los campos para contáctarnos