La Premio Nobel de la Paz iraní Narges Mohammadi denunció que fue hospitalizada en dos ocasiones a raíz de las palizas que recibió durante su arresto el pasado viernes, mientras participaba en un acto en memoria del abogado Josrou Alikordi, según informó este lunes su familia.
Mohammadi logró comunicarse brevemente con sus familiares tras casi tres días sin información sobre su paradero. En esa llamada, relató que fue atacada por agentes vestidos de civil que la golpearon de forma “fuerte y repetida” con porras en la cabeza y el cuello. De acuerdo con un comunicado de la Fundación Narges, la intensidad de los golpes obligó a su traslado a servicios de urgencia en dos oportunidades.
La organización agregó que durante la detención las fuerzas de seguridad la amenazaron de muerte con frases como “haremos que tu madre se ponga de luto”. Asimismo, Mohammadi habría solicitado a su equipo legal presentar “de inmediato” una denuncia formal contra los agentes responsables por los actos de violencia sufridos.
Según relató la activista a su familia, no se le ha entregado ninguna explicación formal sobre los motivos de su arresto ni sobre la autoridad que la mantiene retenida. Su estado físico, indicaron, “no parecía bueno” al momento de la comunicación. Las autoridades iraníes la acusan presuntamente de “cooperar con el Gobierno israelí”.
La Fundación Narges ya había denunciado durante el fin de semana que Mohammadi fue objeto de “palizas, insultos y obscenidades” durante su detención en el acto conmemorativo de Alikordi, fallecido recientemente en lo que sus cercanos han descrito como “extrañas circunstancias”. Según la Fiscalía de Mashhad, al menos 39 personas fueron detenidas durante ese evento, entre ellas Yavad Alikordi, hermano del abogado.
El arresto de Mohammadi y de otros activistas ha generado una ola de condenas internacionales. Entre quienes han manifestado su rechazo se cuentan la también Premio Nobel iraní Shirin Ebadi, el Comité Noruego del Nobel, el preso político Ahmad Reza Haeri, el heredero del trono iraní Reza Pahlaví y la reciente Nobel de la Paz 2025, la venezolana María Corina Machado.
Mohammadi había sido puesta en libertad provisional en diciembre de 2024 por motivos médicos, tras una solicitud aprobada por la Fiscalía de Teherán. Meses antes, en octubre, fue hospitalizada luego de que su familia denunciara que las autoridades le habían impedido recibir tratamiento médico durante más de dos meses, pese al grave deterioro de su salud.
Desde su liberación temporal, su entorno había advertido del riesgo de un nuevo encarcelamiento. La activista ha pasado gran parte de los últimos 20 años privada de libertad, ha sufrido múltiples infartos y fue sometida a una cirugía de emergencia en 2022.
En total, Mohammadi ha sido condenada en al menos cinco ocasiones, acumulando una pena de 31 años de cárcel, principalmente por su rol en las protestas contra el estricto código de vestimenta impuesto en Irán y por su apoyo a las manifestaciones antigubernamentales tras la muerte de Mahsa Amini.
