La Luna siempre ha sido una especie de examen final para las cámaras de los móviles. Cualquier marca puede presumir de modo noche o de zoom, pero cuando apuntas al cielo y pulsas el disparador para captar el satélite en todo su esplendor, es cuando realmente se ve hasta dónde llega el hardware y dónde empieza el maquillaje del software.
Con el Galaxy S25 Ultra, Samsung ha afinado tanto la parte óptica como el procesado para que las fotos de la luna dependan menos de trucos y más de lo que el sensor es capaz de captar.
Índice de Contenidos (5)
- Mejoras en la lente principal para captar más luz al fotografiar la Luna
- Un sensor preparado para el contraste extremo del cielo nocturno
- Un zoom largo más equilibrado y menos dado a artificios
- Un procesado que busca parecerse más a la realidad
- La estabilización, la aliada silenciosa de las fotos de la luna
Mejoras en la lente principal para captar más luz al fotografiar la Luna
En esta generación, el cambio no está solo en el sensor. La lente principal del Galaxy S25 Ultra tiene un buen tratamiento antirreflejos y una apertura luminosa, suficiente para marcar diferencias cuando se dispara a la Luna. Esa mejora reduce los halos y brillos raros alrededor del disco lunar, algo muy típico cuando se combina un punto de luz intenso con un fondo casi negro.
Al entrar más luz útil y filtrarse menos lo que no interesa, el móvil no necesita forzar tanto el ISO. Eso se traduce en menos ruido y menos necesidad de que el software “rellene” zonas oscuras con información inventada. La base sobre la que trabaja el procesado es más limpia y eso se nota en el resultado final.
Un sensor preparado para el contraste extremo del cielo nocturno
Fotografiar la Luna es obligar al sensor a convivir con un contraste brutal: un objeto muy brillante sobre un cielo muy oscuro. El S25 Ultra incorpora un sensor con un muy buen rango dinámico, que aguanta mejor esa diferencia de luces sin quemar la superficie lunar ni dejar el cielo convertido en una mancha sin matices.
En la práctica, esto significa que los cráteres principales, las sombras y los relieves se distinguen con más claridad incluso antes de recurrir al zoom largo. La textura deja de parecer un bloque uniforme y gana profundidad sin necesidad de recurrir a efectos agresivos.
Un zoom largo más equilibrado y menos dado a artificios
El zoom siempre ha sido el terreno donde más fácil es pasarse de frenada con la inteligencia artificial. En el Galaxy S25 Ultra, Samsung ha ajustado la combinación entre zoom óptico y digital para apoyarse más en la información real y menos en patrones preaprendidos. La IA sigue ahí, pero ahora actúa como asistente y no como protagonista.
Cuando se hace una foto a la Luna con mucha ampliación, el móvil captura varias tomas con diferentes exposiciones y las combina para mantener detalle sin quemar zonas. El sistema no intenta “dibujar” cráteres donde el sensor no ve nada, sino aprovechar lo que realmente ha recogido.
Un procesado que busca parecerse más a la realidad
Otro añadido importante está en el tipo de procesado. La imagen sigue teniendo ese punto de contraste y nitidez característico de Samsung, pero el S25 Ultra ya no fuerza tanto los contornos ni la textura en escenas delicadas. El algoritmo se centra en limpiar ruido, corregir aberraciones y estabilizar el detalle fino, pero evita el exceso de afilado que hacía que la Luna pareciera una superficie demasiado artificial.
El resultado es una imagen menos espectacular a primera vista, pero más creíble. La superficie lunar conserva su aspecto rugoso sin perder naturalidad.
La estabilización, la aliada silenciosa de las fotos de la luna
Con un zoom largo, cualquier pequeño movimiento de las manos se amplifica. Aquí la estabilización del Galaxy S25 Ultra hace mucho más de lo que parece. El móvil fija la escena con rapidez y reduce esos microtemblores que arruinaban tomas en modelos anteriores.
Como la foto llega más nítida al procesado, el sistema ya no necesita aplicar tanta nitidez artificial para compensar, y eso ayuda a mantener los detalles reales intactos.
El Galaxy S25 Ultra no convierte el móvil en un telescopio, ni falta que hace. Lo que sí consigue es acercarse más a una representación honesta de lo que hay en el cielo. Mejor óptica, sensor más capaz, zoom más prudente y una IA menos intervencionista han cambiado la forma en la que el terminal se enfrenta a la Luna.
Las imágenes siguen teniendo impacto, pero ya no dan la sensación de estar construidas de cero. Son fotos de móvil, sí, pero de esas en las que se nota que el protagonista vuelve a ser el disparo y no el truco.
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La noticia
No, no es IA: así consigue el Galaxy S25 Ultra captar todos los detalles cuando fotografías la luna
fue publicada originalmente en
Xataka Móvil
por
Manuel Naranjo
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