Pamela Anderson a los 57: de ícono sensual de los 90 a dinamitar los códigos de belleza tradicional
- 1 Días, 1 Horas, 42 Minutos
- Infobae.com
- Internacional
Pamela Anderson a los 57: de ícono sensual de los 90 a dinamitar los códigos de belleza tradicional
Durante más de dos décadas, su figura circuló en portadas, campañas y ficciones como modelo de un ideal estético hipervisual. En la actualidad se muestra sin maquillaje en público. El sorpredente vestido de más de 35 quilates con diamantes reciclados que llevó a la gala de los MET
En los años noventa, Pamela Anderson fue una usina de sensualidad corriendo por la arena de Baywatch, con un traje de baño rojo que se volvió parte del imaginario global. Antes de eso su figura ya habia posado para las portadas de Playboy, donde su imagen fue replicada durante más de dos décadas. Era el ícono televisivo que, a fuerza de exposición, encarnó un modelo de belleza hegemónica y una identidad ligada a la exageración estética.
Tres décadas después, esa misma figura se presenta ante cámaras sin una gota de maquillaje, y ahora, con un corte bob rizado que deja ver su rostro al natural. Anderson se volvió una influencer del “sin filtro”, sin bases, ni delineadores, como en la reciente promoción de The Naked Gun o en la MET Gala 2025.

Desde la pasarela de Proenza Schouler hasta los salones del Drew Barrymore Show, el presente de Anderson, a los 56 años, no encarna un personaje, sino que muestra otra versión de sí misma, una que se distancia deliberadamente de la construcción visual que dominó su carrera inicial.
El abandono del maquillaje comenzó a ser visible en 2022, cuando asistió sin cosméticos a la Semana de la Moda de París. Desde entonces, ha mantenido esta elección en eventos como los Fashion Awards de Londres en 2023 y la reciente edición del MET.

Según expresó en una entrevista televisiva, no se trata de una estrategia sino de una decisión sostenida. “Me di cuenta de que me sentía genial siendo yo misma y no quería que la gente me reconociera más en esos personajes. Creo que los creé para protegerme”, dijo en The Drew Barrymore Show.
La misma línea de acción se evidenció en la campaña primavera-verano 2024 de la marca Proenza Schouler, fotografiada por Davit Giorgadze, donde aparece sin maquillaje.
Fundada por Jack McCollough y Lazaro Hernandez, la etiqueta promovió un mensaje centrado en la autoaceptación. Anderson definió esta experiencia como “liberadora, divertida y un tanto rebelde”.

En paralelo, su nuevo corte de cabello generó atención por parte de especialistas. Durante la MET Gala, había presentado un estilo bob recto con flequillo, pero lo reemplazó semanas después por un bob rizado corto a la altura de la mandíbula, con la parte frontal levemente más larga.
El estilista Juandiegoteo, embajador de Redken, lo describió como “elegante y favorecedor” para múltiples tipos de rostro. En la misma línea, Kuki Giménez, directora de Let’s Make Up School, destacó que este tipo de corte permite aprovechar el movimiento natural de los rizos en cabellos ondulados o finos.

El peinado también remite a figuras clásicas del cine estadounidense como Greta Garbo, Marlene Dietrich, Grace Kelly o Marilyn Monroe, cuya estética se basaba en ondas marcadas, raya lateral y una estructura que equilibraba sensualidad y control de imagen. Sin replicar ese modelo, Anderson recupera ciertos elementos visuales, pero sin reconstruirlos desde el artificio o la exageración.
Estas transformaciones coinciden con una etapa de actividad profesional marcada por proyectos propios. En enero de 2023, Anderson publicó su autobiografía Love, Pamela, acompañada por el estreno del documental de Netflix Pamela Anderson: Una historia de amor, producido por su hijo Brandon Thomas Lee. En ese material, la actriz repasa su trayectoria desde su infancia hasta su paso por la mansión Playboy, con énfasis en los vínculos afectivos, la exposición mediática y los momentos de mayor presión pública.
Además de su faceta artística, la actriz ha sostenido causas vinculadas con el medioambiente, los derechos animales y el apoyo a personas refugiadas.
En diversas entrevistas, ha mencionado su interés por la lectura de filosofía, la escritura de poesía y la pintura como actividades personales, ajenas a su perfil más conocido. En los últimos años, también adoptó un estilo de vestimenta más austero, con preferencia por trajes amplios de líneas neutras. Uno de sus looks recientes incluyó un conjunto monocromático color crema de Stella McCartney, con chaqueta oversize, pantalones anchos y una camiseta desgastada.

Su carrera había comenzado de forma inesperada en los años ochenta, cuando fue captada por las cámaras durante un partido de fútbol en Canadá. Vestía una camiseta de la marca de cerveza Labatt, lo que la llevó a ser imagen de la compañía.
Luego se trasladó a Los Ángeles, posó para Playboy en 1989 y alcanzó reconocimiento mundial en 1991 con su rol en Baywatch.
En los años siguientes, su vida privada tuvo amplia cobertura mediática, en especial por su relación con el baterista de Mötley Crüe, Tommy Lee, padre de sus dos hijos. El vínculo terminó tras denuncias de violencia doméstica. En 2020, tuvo un breve matrimonio con su guardaespaldas Dan Hayhurst, que duró menos de un año.

El presente de Anderson, articula una serie de decisiones que reorganizan la manera en que se presenta ante el público: sin maquillaje, con un nuevo corte de cabello, con proyectos narrativos que reconstruyen su pasado desde su propia voz, y con una serie de apariciones que desplazan el foco estético hacia otras formas de representación.
0 Comentarios