Se avecina una tormenta perfecta en el mercado de la electrónica de consumo —particularmente también en el de la telefonía móvil— y todo es por las memorias. Mientras la IA demanda cada vez más potencia, la industria del hardware rema en la dirección opuesta. Un informe de analistas y advertencias de fabricantes como Xiaomi dibujan un escenario paradójico para el año entrante: una escasez de memoria tan aguda que podría obligar a tomar decisiones drásticas.
El dilema está servido. O suben los precios de forma alarmante o recortan especificaciones hasta cantidades que creíamos extinguidas.
Frenazo a la RAM y dolor para la gama de entrada. La escasez de módulos DRAM amenaza con devolvernos al pasado. De acuerdo al informe de TrendForce, los fabricantes de smartphones se verán obligados a reducir la cantidad de memoria en sus futuros lanzamientos para contener costes.
Esto implica algo doloroso: que la gama de entrada, ya estandarizada sobre los 6 u 8 GB de RAM, podría volver a los 4 GB de RAM en pleno 2026. En la gama alta, lo que hay es un frenazo en la carrera por la cantidad: la transición hacia los 16 GB o 24 GB como estándar se ralentizará, y los modelos de gama media pueden estancarse entre los 6 y 8 GB en lugar de dar el salto lógico y partir desde los 12.
Por qué ocurrirá nos guste o no. La culpa de este "apocalipsis" de la memoria la tiene, de forma paradójica, la propia evolución de la tecnología. Gigantes de este segmento como Samsung o SK Hynix han decidido no aumentar la producción de memorias de consumo para priorizar la fabricación de memoria HBM esencial para los servidores de IA y mucho más rentable.
Como comentábamos por Xataka estas semanas, la industria ha dejado de fabricar para las personas para hacerlo para las máquinas. Se ha creado un cuello de botella artificial en las memorias DDR y LPDDR que equipan nuestros ordenadores y smartphones.
En qué lo notaremos. Si los fabricantes optan por recortar la RAM, lo notaremos en tres aspectos importantes de la experiencia de uso:
- Una multitarea más pobre: el sistema cerrará más agresivamente aplicaciones en segundo plano, obligándolas a recargar cada vez que las abras.
- Menor longevidad: con sistemas operativos cada vez más pesados, un móvil con menos cantidad de RAM envejecerá mucho peor que uno que va holgado.
- Un cuello de botella para la IA: sí, las memorias HBM irán para los servidores de IA pero nuestro móvil también está en proceso de ejecutar IA de manera local. Se estima que se necesitarían unos 20 GB de RAM para correr modelos complejos sin conexión.
La alternativa: pagar más por lo mismo. En caso de que un fabricante elija no recortar la RAM en sus móviles, solo quedará una vía: que repercuta en el coste. Directivos de Xiaomi ya dieron la voz de alarma: "los precios de los móviles van a subir el año que viene". De hecho, se estima que el coste de las memorias subirá hasta un 30%, algo que empujará a las marcas a una encrucijada. O aplicar la reduflación (mismo precio, menos memoria) o subir la etiqueta final.
Soluciones creativas y parches. Ante la imposibilidad física de poner más gigas, la industria busca un atajo. Se espera una mayor presión sobre Google para que optimice Android y el desarrollo de tecnologías para ejecutar modelos de IA en el almacenamiento UFS en lugar de cargarlos en la RAM. Incluso se especula con la vuelta de las tarjetas microSD como un alivio barato para el almacenamiento, aunque eso no solucione el problema de rendimiento que plantea la falta de memoria volátil. Veremos cómo evoluciona este asunto que preocupa a todos por igual, sin importar que quieras un nuevo móvil, un portátil o montar un PC de escritorio.
Imagen de portada | Composición con imágenes de Javier Penalva para Xataka y Wikipedia
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La noticia
Parecía que los 4 GB de RAM eran historia. La escasez de chips amenaza con traerlos de vuelta en pleno 2026
fue publicada originalmente en
Xataka Móvil
por
Pepu Ricca
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