Paula Santibáñez y el cambio climático: “Los modelos de predicción están fallando más cuando las condiciones son más extremas”
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Paula Santibáñez y el cambio climático: “Los modelos de predicción están fallando más cuando las condiciones son más extremas”

En un nuevo capítulo de Hub Sustentabilidad de Radio Duna, Paula Santibáñez, directora del Observatorio del Clima de la Universidad San Sebastián, conversó con la periodista Bárbara Pezoa sobre las transformaciones del clima en Chile, las señales del cambio climático y sus consecuencias ante la importancia del monitoreo y las proyecciones para el futuro.
Uno de los grandes temas durante la entrevista fue la reciente percepción ciudadana de que la sequía acabó, luego de años muy lluviosos como en 2023 y 2024. Sin embargo, Santibáñez advierte que esa idea es engañosa. “El clima tiene ciclos, especialmente la precipitación. En Chile hay una variabilidad natural. Desde el 2010 en adelante empezaron a ser secos, muy secos”, afirmó, explicando que a diferencia de ciclos anteriores, en los últimos años no se registraron interrupciones significativas de lluvias que aliviaran la situación hídrica. Esto ha llevado a hablar de una “mega sequía” inédita en duración e intensidad.
Sin embargo, la climatóloga detalló que aunque Chile siempre ha tenido oscilaciones entre periodos lluviosos y secos, estas se han visto alteradas por el cambio climático. “El clima no solamente en Chile, sino que en distintas partes del mundo ha experimentado un cambio sobre todo en el régimen, en cómo llueve, o sea, cómo se concentran las precipitaciones”.
Este calentamiento ha hecho que el sistema atmosférico se vuelva más dinámico e impredecible. “La atmósfera tiene más energía, se mueve más rápido, como cualquier sistema. Entonces, los sistemas de presión, los sistemas oceánicos se mueven mucho más rápido y por lo tanto tienden a provocar eventos climáticos más extremos”, explicó. Como resultado, las lluvias se concentran en menos días, pero con mayor intensidad, generando un riesgo creciente de inundaciones y daños.
La creciente intensidad y frecuencia de estos fenómenos también han desafiado la capacidad de los modelos de predicción climática. “Los modelos de predicción están fallando más cuando las condiciones son más extremas, son difíciles de incorporar”, señaló. Recordó, por ejemplo, el fenómeno de vientos extremos en Santiago en 2023, que superaron los 100 kilómetros por hora sin ser anticipados por los sistemas de monitoreo.
Consecuencias futuras
El escenario futuro, en este contexto, resulta preocupante. Durante la entrevista, Santibáñez advirtió que, si no se reducen drásticamente las emisiones globales, existe un alto riesgo de superar el umbral de los dos grados de aumento en la temperatura global. “Diversos estudios científicos demuestran que sobre dos grados los eventos climáticos extremos podrían intensificarse y podrían tornarse peligrosos, básicamente para la existencia del ser humano”, dando como ejemplo las temperaturas de 50 grados en el hemisferio norte, y cómo afecta a los cultivos, a la biodiversidad, a los ecosistemas y las plantas nativas.
En este contexto, Chile no está exento. Santibáñez indicó que el país ya enfrenta una prolongación de la temporada de incendios forestales, que ahora comienza en primavera y se extiende hasta el otoño. “Antes solía ir desde diciembre hasta marzo. Y ahora estamos viendo focos de incendio que parten más temprano (...) Las empresas forestales están monitoreando permanentemente el riesgo de incendio en abril”, explicó.
Monitoreo y predicción
Ante estos desafíos, el rol del monitoreo climático es más importante que nunca. Para Santibáñez, contar con sistemas de alta resolución puede ayudar a sectores vulnerables como la agricultura. “Es súper importante tener buenos sistemas de monitoreo, porque no es lo mismo controlar una helada de menos dos que una de menos cuatro”, indicó. Las heladas, lejos de disminuir, han aumentado debido a una nueva configuración del anticiclón frente a las costas de Chile, que ya no se desplaza hacia el norte en invierno, bloqueando frentes lluviosos y favoreciendo el ingreso de aire polar.
En materia de políticas públicas, la investigadora valoró los avances del país. “Este año se están elaborando los planes comunales de adaptación al cambio climático. En agricultura, en infraestructura, en minería, en energía, en turismo, en sistemas urbanos, de manera de poder hacer sistemas más resilientes frente a los riesgos climáticos que estamos enfrentando, desde inundaciones, eventos de fuertes vientos, olas de calor que a veces afectan a la población”, comentó, haciendo hincapié en la necesidad de actuar no solo desde lo técnico, sino también desde lo político y social.
Finalmente, Santibáñez concluyó sobre la importancia de los análisis económicos del impacto climático. “Los estudios económicos indican que el impacto de no hacer nada, el costo económico de enfrentar, es infinitamente superior al costo de implementar todas estas políticas de adaptación”.
Revisa la entrevista completa aquí:
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