La víctima mantenía una deuda con un empresario asiático por cerca de $200 millones. Fue raptado en febrero y trasladado desde Buin hasta un inmueble en Santiago. Allí lo golpearon y le pidieron que pagara al menos $10 millones, algo que nunca se concretó. Alcanzó a liberarse gracias a un mensaje a su hijo. Este es el testimonio que dio a la PDI.
completa toda los campos para contáctarnos