En este barrio, que no tenía ni nombre propio, ahora proliferan a cada paso comercios chic de café de especialidad, cócteles de autor y arte contemporáneo, pero acecha también el peligro de morir de éxito. Por suerte, en sus calles aún resisten castizas tabernas de toda la vida y restaurantes de menú del día
completa toda los campos para contáctarnos