En 1989, España impulsó su industria espacial. No para ir a la Luna, sino para garantizar su capacidad en telecomunicaciones. Así nació Hispasat y su flota de satélites geoestacionarios que ofrece cobertura de transmisión de televisión, radio, banda ancha y conectividad en zonas remotas. En 2023 se decidió que Hispasat sería nuestro propio Starlink. Ha sido un fracaso morrocotudo que ha puesto a Hispasat en una situación límite. Pero como no se van a desaprovechar esos satélites, hay alguien que ya mostró interés hace unos meses: Indra.
Y es la pieza clave para que la empresa española se convierta en uno de los pesos pesados del rearme europeo.
El guantazo de Hispasat. Lo contamos hace unos días. El fracaso estrepitoso del plan que buscaba colocar Hispasat como la alternativa a Starlink, cuando tecnológicamente son dos cosas totalmente distintas, ha sido la condena. Para afrontar la transformación, recibió fondos públicos, un dinero que ha tenido que devolver.
Las cifras, asustan: 22 millones procedentes de ayudas públicas que han volado de las arcas de la empresa. Los ha dejado tiritando.
Indra entra en escena. Indra es un grupo tecnológico especializado en defensa, aeroespacial y tecnologías digitales avanzadas. Están enfocados en la industria militar, pero no construyendo tanques o barcos, sino el “cerebro” de los sistemas, así como radares, servicios de vigilancia, guerra electrónica o ciberdefensa. Para una empresa así, Hispasat es un caramelo. Y a comienzos de este año ya contamos que Indra estaba muy interesada, lanzando una oferta de 725 millones de euros que necesitaba la aprobación de los reguladores.
Ahora, y como leemos en Europa Press, el Consejo de Ministros ya habría autorizado la compra del 89,68% de Hispasat por parte de Indra por 725 millones de euros. Con esta operación, Indra controlaría los satélites de comunicaciones, pero también Hisdesat. Esta es la rama de satélites militares de Hispasat, enfocados en ofrecer comunicaciones encriptadas y seguras. Es algo clave en operaciones tanto militares como gubernamentales.
Metamorfosis. El Gobierno de España controla el 28% del capital de Indra, siendo el principal accionista de la empresa, por lo que ese visto bueno es un mero trámite. Pero, de absorber completamente Hispasat, Indra experimentaría una metamorfosis. Si el espacio es el nuevo campo de batalla (algo que Estados Unidos, Rusia o China están empujando), España debe estar ahí, y estaría de la mano de los sistemas de Indra.
Porque esa guerra espacial no es sólo algo de ciencia ficción o satélites con ametralladoras como los que quiere Francia (o los que tiene China con brazos robóticos), sino algo que ya estamos viendo en Ucrania. Durante la guerra con Rusia, Starlink, que son satélites de comunicaciones, fueron clave para ofrecer servicios de comunicaciones y en la nube, conectando en tiempo real tropas, cazas y drones sin depender de nadie más.
En la liga de Leonardo. Es cierto que la latencia de la red de Hispasat es mayor al estar a más altura, pero es un primer paso. Además, permite que Indra sea más tridimensional. A su división de radares y sistemas de mando se suma la red de satélites, convirtiéndose en una pieza con más peso en el convulso tablero geopolítico actual.
Y, aunque comentaba que ese visto bueno del Gobierno era un trámite, no es burocracia vacía, sino una declaración de intenciones en la dirección de la soberanía industrial y militar, reforzando su posición dentro de Europa como la francesa Thales o la italiana Leonardo.
Contexto de rearme. Al final, todo entra dentro de un contexto en el que Europa está viendo que debe dejar de depender de agentes externos para su defensa y servicios. Hace unos meses, la Comisión Europea llamó al rearme, y diferentes países ya han planteado sus estrategias de reindustrialización militar (algunos echando algo de ‘cara’ para financiar infraestructuras), pero en todos los ámbitos estamos siendo testigos de que la Unión Europea ha perdido la confianza en los países aliados.
La guerra de Ucrania o los aranceles ha tensado la relación con Estados Unidos, y hasta en la industria aeroespacial estamos viendo que, ahora sí, Europa está sacando la tarjeta de crédito para dejar de depender de Estados Unidos o Rusia para lanzar cosas al espacio. Y este movimiento de Indra hace que la empresa trascienda de ser una que provee sistemas a otra que juega el papel de arquitecto de la defensa europea.
Imágenes | Zarateman,
-
La noticia
Que Indra se haga con Hispasat no es una compra más: es un salto en la soberanía española en la geopolítica espacial
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Alejandro Alcolea
.
completa toda los campos para contáctarnos