Quién era Carmenza Duque: ícono de la balada romántica y la primera mujer colombiana que le cantó al Papa Juan Pablo II
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Quién era Carmenza Duque: ícono de la balada romántica y la primera mujer colombiana que le cantó al Papa Juan Pablo II

La cantante falleció en Miami a los 74 años tras una cirugía por pancreatitis, pero su trayectoria con más de cuarenta discos y momentos emblemáticos deja una huella en la música colombiana
La cantante Carmenza Duque, una de las figuras más influyentes de la música en las décadas de los años 70 y 80, falleció en Miami a los 74 años.
Según informó su hija María Francisca Gutiérrez Duque, la artista no resistió una cirugía realizada debido a una pancreatitis, tras un año complicado en el que sufrió un paro cardíaco y dos infartos.
“Llevaba un año con muchas complicaciones. El año pasado tuvo un paro, luego dos infartos y ahora estaba de viaje y entró a la clínica hace 4 días por una pancreatitis”, contó Gutiérrez en entrevista con La W Radio.
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La noticia fue confirmada el jueves 22 de mayo, pero la hija de la artista reveló que su madre murió a las 8:39 de la noche del miércoles 21 de mayo de 2025, dejando un vacío en la música colombiana y en el corazón de sus seguidores.
Nacida el 17 de marzo de 1951 en Manizales, Caldas, Carmen Elvira Duque Uribe comenzó su carrera musical a los 14 años, destacándose inicialmente en su ciudad natal.
A los 18 años grabó su primera producción discográfica, lo que marcó el inicio de una trayectoria que la llevó a convertirse en una de las voces más reconocidas de la balada romántica en Colombia.

Su talento la llevó a firmar un contrato exclusivo con el sello Codiscos, con el que grabó más de 40 trabajos discográficos, incluyendo éxitos como Yo no me vuelvo a enamorar, Cielo rojo y Quiero abrazarte tanto.
Su versatilidad la llevó a explorar géneros como el bolero, la música andina colombiana y las rancheras, colaborando incluso con el reconocido Mariachi Vargas de Tecalitlán. Entre sus interpretaciones más recordadas se encuentran Motivos, Soy lo prohibido y Miénteme.
Además, su estilo único fue elogiado por expertos como Alfonso de la Espriella Ossío, que en su libro Historia de la música en Colombia a través del bolero describió su voz como “imponente y matizada”, y José I. Pinilla, en su libro Culturas de la música colombiana, también expresó: “En las postrimerías del imponente Nevado del Ruiz inició la joven a brindar canciones (...) a medida que ella crecía, con su arte le brindaba su estímulo”.

Uno de los momentos más emblemáticos de su carrera ocurrió en 1986, cuando fue seleccionada para cantar frente al papa Juan Pablo II durante su visita a Colombia. Según relató la propia artista en entrevistas, este evento fue especialmente significativo, ya que se convirtió en la primera mujer colombiana en interpretar una canción en solitario para un pontífice.
Además, participó en la película El niño y el Papa, dirigida por Rodrigo Castaño, que documentó la visita del papa al país. En una entrevista con Caracol Radio, Duque recordó que el papa le regaló un rosario, el cual, según ella, fue protagonista de un milagro años después al detener un incendio en su casa.
“Fue una cosa tan supremamente especial y grandiosa porque hubo muchas mujeres en coros que le cantaron a los papas y eso era muy lindo, pero no se apreció tanto que una colombiana fuera a cantarle directamente sola a su santidad”, expresó para el medio.

La carrera de Carmenza Duque no se limitó a la música. También incursionó en la televisión y el cine, y su voz fue la banda sonora de la telenovela La potra zaina, consolidando aún más su conexión con el público colombiano. Su talento la llevó a presentarse no solo en el país, también en países como Ecuador, México y Estados Unidos, donde su música fue ampliamente reconocida.
En sus últimos años, la artista manizaleña compartió detalles de su vida personal y profesional en entrevistas. En una conversación con el programa La Red en 2021, reveló que su pasión por la música comenzó desde muy joven, cuando cantaba para sus compañeras de colegio en Manizales.
Aunque inicialmente se trasladó a Bogotá con la intención de estudiar en la Pontificia Universidad Javeriana, su verdadero objetivo era buscar oportunidades en la música. Fue en la capital donde comenzó a construir su carrera, participando en programas radiales como La noche fantástica de Otto Greiffestein, donde inicialmente se le conoció como “La voz fantasma” debido a que su identidad no era revelada por petición de su padre.

A lo largo de su vida, Carmenza Duque recibió numerosos premios y reconocimientos por su contribución a la música. Además, dedicó parte de su tiempo a causas sociales, como la dirección de una fundación para niños con leucemia.
En una de sus últimas entrevistas, Duque reflexionó sobre el trato que reciben los artistas en Colombia, lamentando que en el país no se valore lo suficiente a las figuras de su generación.
“Desafortunadamente aquí es el único país en que los artistas son un poco pasajeros, desechables. Es triste. En todos los países del mundo, Europa, Estados Unidos, en México mismo, los artistas de la época, cuando había música de verdad, un artista es un tesoro, algo muy respetado y apreciado, aquí no, es el viejito o la viejita”, expresó.

El impacto de Carmenza Duque en la música colombiana es destacable. Su voz, su estilo y su capacidad para conectar con el público la convirtieron en una de las artistas más queridas y respetadas del país. Su legado perdurará a través de sus canciones, que seguirán siendo un referente de la música romántica a nivel nacional e internacional.
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